La escalada de precios de la electricidad también ha traído de cabeza a varias industrias barbastrenses. En sectores como el del metal, siderurgia o papel, los más dependientes del uso de energía, están viendo un impacto notable. No obstante, según el presidente del polígono industrial Valle del Cinca, Adrián Beroz, esto tiene dos lecturas.
«Ha llevado a un ahorro a algunas empresas en el término de potencia. Por el tipo de maquinaria o por tener una alta potencia contratada, antes les encarecía la factura porque la relación potencia contratada con el consumo no estaba igualada. Suelen ser los que tienen máquinas de frío que las usan tres meses pero tienen la potencia contratada para todo el año. Por otro lado, estarán las que la tienen muy optimizada y lo habrán notado», explica.
Asegura Beroz que no ha afectado a la competitividad o rentabilidad de las empresas del polígono aunque cada negocio es un mundo. «Por ejemplo, no es lo mismo lo que consume un taller de reparación de vehículos que una fábrica grande con hornos o alguna empresa distribuidora con congeladores. Estos últimos habrá notado el incremento. Pero como hemos hecho todo el mundo tendremos que reajustar nuestros gastos generales y repercutirlo en los costes de facturación», señala.
Autoconsumo
Reyes Maroto, ministra de Industria, defendió esta semana en el Senado que el paquete de medidas aprobadas por el gobierno también repercutirá de forma positiva en el tejido industrial. Detalló que la rebaja del IVA, la suspensión del impuesto del 7% a la producción eléctrica, el descenso del Impuesto a la Electricidad al 0,5% o la minoración que se efectuará sobre las compañías eléctricas también ayudará a rebajar la factura de las empresas industriales.
El presidente del polígono industrial Valle del Cinca añade que ante esta subida, ya son varias las personas que se han planteado el autoconsumo y han invertido en instalaciones fotovoltaicas. Otras ya lo previeron y desde hace unos años consumen lo que producen. Insiste Beroz en que «al final, todas acabarán autoabasteciéndose y teniendo un coste residual de energía».
«Si hiciéramos algún tipo de instalación de placas solares ayudaría a las industrias ahorrar mucho dinero en electricidad. Pero muchos son reacios a hacer este tipo de proyectos. Hubo un período que se puso de moda aunque empezaron a poner trabas, como el impuesto al sol. Mes a mes vamos pagando la factura que parece no es tanto, en lugar de invertir en autoabastecimiento», concluye.