Que la covid-19 ha afectado a todos los ámbitos de nuestra vida y ha golpeado duramente a muchos sectores económicos es algo que nadie pone en duda. Sin embargo, si hay un sector que puede presumir de haber salido reforzado de esta pandemia es el del turismo activo y de aventura.
Según datos del Anuario Estadístico de Turismo 2022, pese a las circunstancias adversas las empresas de turismo activo han crecido más de un 18% desde 2021. De acuerdo con el informe, en estos momentos hay 533 empresas de este tipo en la comunidad, 82 más que las que había el año anterior. Por provincias, Huesca aglutina a la mayoría de estas compañías (78,6%), seguida de Zaragoza (13,7%) y Teruel (7,7%).
Un sector al alza que, lejos de perder adeptos en los últimos meses, cada vez cuenta con más aficionados a la adrenalina. “Se perciben como actividades seguras y realmente lo son. Al llevarse a cabo en compañía de guías expertos y realizarse al aire libre, en plena naturaleza”, explica Chus Montañés, secretaria de la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo (TDAragón). La asociación, fundada en 1995, también ha percibido esta tendencia pasando de 53 a 58 empresas asociadas en el último año.
“Aragón es perfecto para deportes de aventura”
Lo cierto es que, en la última década, la popularidad de las empresas de turismo activo no ha parado de crecer en la región. Según datos del Instituto Aragonés de Estadística, en 2001 había registradas oficialmente tres compañías de este tipo. En 2011, la cifra se multiplicó hasta alcanzar las 153, y a enero de 2022, los registros oficiales señalan 533. “Aragón es el escenario perfecto para practicar modalidades de deporte de aventura en estrecho contacto con la naturaleza. Pese a que las restricciones de movilidad amenazaron con ahogar nuestra actividad, hemos sabido reponernos y la ciudadanía no ha dejado de mostrarnos su apoyo”, apunta Montañés.
De acuerdo con la asociación, la única con la que cuenta el sector en este territorio, las actividades más demandadas por el público son el barranquismo y el rafting. El barranquismo es un desafío en plena naturaleza, en contacto con el agua o en seco, descubriendo el camino natural de un río superando obstáculos, rapelando y o descendiendo por sus toboganes. Una actividad con diferentes niveles para que tanto las familias como los más experimentados puedan disfrutar de ella. El rafting, por su parte, permite sentir la fuerza del agua. Compartiendo aventura en familia o con amigos, recorriendo los ríos vivos de Aragón al compás de las olas.