El pasado martes se publicaron nuevos datos de contagios por coronavirus en Aragón. Desde el 28 de marzo, cuando cambiaron los criterios de notificación y aislamiento, se observa “una tendencia leve ascendente”.
“Estamos casi como hace un mes. Tendremos que esperar a principios de mayo para saber si este aumento se debe a la Semana Santa o a las mascarillas. El problema que hay es que se han juntado estos dos factores y puede tener un efecto sumativo o multiplicativo”, explica el epidemiólogo Nacho de Blas.
Es decir, si se puede producir un aumento del 10% por un factor y a este le sumas otro que haga lo mismo, es un incremento del 20 o 30%. “Sobre todo, el impacto es en los mayores de 75 años. Está habiendo un ligero aumento en hospitalizaciones en planta, tanto en la velocidad como el número”, añade. Avisa que es algo “para mirarlo con cuidado”, aunque reconoce que “todavía es pronto para hablar de una octava ola”.
“El ritmo de crecimiento es mucho menor que otras curvas. De momento, vamos a hablar de un repunte o rebote técnico”, apunta. En ese sentido, señala que el relajamiento de medidas va ligado al cambio de tendencia. “Hasta el viernes que viene no me atrevería a juzgar nada. Es pronto para determinar el papel de la retirada de las mascarillas. Pero este ritmo tan lento de aumento, parece intuir que de haber una nueva ola será mucho más baja y corta que las anteriores”, concluye.