Tras dos años de ausencia por la pandemia, los pescadores de Barbastro y Campan (en la región francesa Midi-Pyrénées) retomaron el pasado fin de semana las jornadas de convivencia. Desde hace más de treinta años las celebran gracias al hermanamiento entre las asociaciones de pescadores de las dos localidades.
Durante el sábado y el domingo, una veintena de pescadores franceses junto con otros tantos barbastrenses pescaron en ‘El Pantané’ con bastantes capturas y con almuerzos. Mientras, los familiares franceses visitaron distintas partes de la provincia oscense, como el municipio de Olvena y el embalse de Vadiello.
Las jornadas de pesca terminaron con una comida de hermandad, a la que asisitió el alcalde de Barbastro, Fernando Torres. Alabó la duración de estos encuentros y el hecho de que se les vea futuro con el intercambio de jóvenes pescadores de ambos lados de los Pirineos.
“Venir a pescar a Barbastro es un placer”
Tal como recordaron los pescadores, este hermanamiento es más que un encuentro oficial de las dos asociaciones. “A lo largo de las tres décadas se han creado unos fuertes vínculos de amistad. Esperemos duren varias generaciones”, indicaban.
Para los pescadores franceses, “venir a pescar a Barbastro siempre es un placer porque hay un excelente trato, buena pesca y una excelente comida”, recordaba uno de ellos quien afirmaba que “tras dos años de no poder venir por el COVID, hemos venido con muchas más ganas e ilusión de ver a nuestros amigos”.
Como es habitual en estos encuentros, los pescadores barbastrenses devolverán la visita a los franceses en el mes de junio. Concretamente los días 18 y 19. El presidente de la Asociación de Caza y Pesca de Barbastro, Salvador Rodríguez, remarco durante la comida de despedida, los grandes vínculos que ha conseguido estos hermanamientos “con un hermanamiento que dura más de tres décadas y en las que por encima de lo oficial, está el cariño y la amistad entre los pescadores de ambos lados”.