Las condiciones del pliego para la licitación del transporte sanitario aragonés están generando una enorme controversia. Mientras la consejería de Sanidad defiende que el servicio actual se mejorará cualitativa y cuantitativamente, merced con una inversión que pasa de 19 a 32 millones de euros, las protestas se multiplican. Sobre todo en el medio rural.
A las del frente político, con la petición del PP para que se retire el pliego, se suman los propios trabajadores, el Colegio de Médicos o los municipios como Calatayud, Jaca y Alcañiz, que pasarían de una presencialidad de 24 horas en dichos municipios a 12 horas, cuyas UVI´s móviles funcionarán 12 horas presenciales, de lunes a viernes, y las noches, junto a los fines de semana y festivos, estarán en guardia localizada y sin médico, solo con personal de enfermería.
En idéntica situación se halla la UVI de Barbastro, un vehículo medicalizado interhospitalario que se utiliza para el traslado entre centros sanitarios de pacientes de las comarcas orientales que depende de esta Área de Salud.
Según el Sindicato Cooperación Sindical, el Gobierno de Aragón no ha dado explicación a la medida y sus consecuencias, e intuyen que los planes del ejecutivo contemplan el hipotético uso de helicópteros que, advierten, nunca podrán sustituir el transporte sanitario por carretera.
Esta reorganización del transporte sanitario, que se pondrá en marcha a comienzos del año próximo, acumula incertidumbres. Resulta complicado entender cómo es posible que se aumenten de forma global las horas de presencia física de 2.000 a 10.000 al mismo tiempo que se recortan los horarios en algunos de los servicios urgentes.
Y tras la falta de comprensión se encuentra una sospecha: que otra vez, y ya hemos perdido la cuenta, los recortes siempre nos tocan a los del medio rural.
La UVI de Barbastro no dará servicio por la noche
