El barbastrense Moussa Macalou entró el pasado fin de semana en la historia del judo altoaragonés. Junto a sus compañeros del Club Judo Binéfar, el joven judoka Macalou logró ascender a la Primera División, algo que ningún equipo aragonés había logrado hasta la fecha.
Aunque reconoce que llegaba “un poco nervioso” a la cita, después de lograr el objetivo se muestra “muy ilusionado, porque los números daban para ascender y, además, los miembros de mi equipo llegaban en un estado competitivo bastante bueno, así que estoy muy contento”.
Sus primeros pasos en el judo los dio cerca de su casa, en Binéfar. Su potencial le hizo mirar a cotas mayores y emigrar hasta Madrid, lugar donde entrena a la vez que compagina los estudios. Su alegría es completa porque “ya empiezo a notar el trabajo desarrollado en el CAR de Madrid, y eso es una buena señal”,
Respecto a la competición del pasado fin de semana, en total fueron cuatro encuentros con algunos rivales que ya les tenía cogida la medida. “Eso me dio seguridad”, explica. El barbastrense se sentía “seguro y eso se notó dentro de el tatami, ya que fui capaz de dominar los combates y terminar venciendo los cuatro”.
El pabellón de Villaviciosa de Odón (Madrid) se llenó de gente y el ambiente fue digno de una cita importante. “La tabla estaba muy justa y, aunque después de haber ganado los dos primeros encuentro ya teníamos el ascenso asegurado, soñábamos con salir de la jornada con el mejor resultado posible”, asevera.
Macalou ganó todos sus combates. Además, sumadas a las tres victorias y un empate del resto de sus compañeros, dieron el ascenso al CJ Binéfar, el club encabezado por el entrenador barbastrense Antonio Clager. Una vez pasado el subidón de la competición, el joven resalta que se siente “muy satisfecho de que mis victorias fueran decisivas para el resultado, porque no solo somos un equipo, sino que somos una familia y el orgullo es doble”.
El descanso no será duradero, pues hay que prepararse de la mejor manera para el debut en Primera. “Hay que seguir entrenando”, apunta, “porque en Primera hay muchos deportistas fichados y consolidados a nivel internacional, por lo que quiero aprovechar la oportunidad para enfrentarme a ellos en las mejores condiciones”.
El barbastrense está centrado en el nuevo reto y es consciente de que, en este momento, “soy una pieza fundamental del club y quiero devolver a mi familia del judo toda la confianza que está depositando en mí”.