Doce semanas. Esa es la duración de las vacaciones escolares de verano. Merecidas; han trabajado duro durante todo el curso escolar. En general, los progenitores que trabajan disponen de cuatro… para todo el año. No salen las cuentas. Es difícil conciliar vida laboral y familiar. Toca cuadrar días de vacaciones conjuntas, campus, actividades, ludoteca…
Hace tan solo un par de días, los padres y madres conocieron que durante el mes de julio no dispondrían del servicio de ludoteca municipal en Barbastro. El enfado corrió como la pólvora por los Whatsapps. Y eso que la mayoría, viendo que se retrasaba la convocatoria para las preinscripciones, ya había buscado otras opciones… privadas. O lo que es lo mismo, más costosas y, en general, sin un horario tan adecuado como la ludoteca municipal.
Desde el Ayuntamiento han explicado, tarde, que va a ser imposible dar este servicio público durante el mes de julio porque han cambiado el procedimiento administrativo para adjudicar el contrato y todo se ha retrasado.
Y añaden, en nota de prensa, que “se ha considerado positivo contar con el servicio al menos para el mes de agosto, dado que durante el mes de julio asociaciones, clubes deportivos, etc. ofrecen diferentes campus y actividades”.
Los cambios en la ley de contratación pública, nuevos programas y sistemas informáticos pueden complicar los trámites pero en ningún momento justifican esta incapacidad de gestión. Ni tampoco la falta de información que, con razón, ha indignado a las familias que aguardaban esta ayuda para afrontar las vacaciones estivales.
Si no se podía contratar como se venía haciendo habitualmente, seguro que existen otras fórmulas para hacerlo. ¿O nuestros vecinos han cometido irregularidades para ofrecer sus ludotecas de verano?