Alto Aragón

El Somontano llama a los jóvenes para que inicien su carrera en el medio rural

Proyectos como Rural Job o Desafío y Arraigo están inmersos en la búsqueda de jóvenes estudiantes que quieran trabajar en los pueblos

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Ana Cortés y María Eugenia Expósito junto a los gerentes de la empresa en la que realizan las prácticas a través del programa Arraigo y Desafío. Foto: Lucía Abadías
Adrián Mora Mora
25 julio 2022

Cambiar el entorno urbano por el rural para comenzar un nuevo reto laboral. Esa es la intención de colectivos como el Centro de Desarrollo del Somontano con Rural Job, así como de  la Diputación Provincial de Huesca, con las becas Desafío y Arraigo. Ambas entidades buscan mano de obra para ayudar a las empresas que lo demandan. El objetivo de Rural Job, una iniciativa enmarcada en el proyecto de cooperación Pueblos Vivos, es reunir la demanda de empleo del medio rural para difundirla entre los interesados en vivir en este entorno. En definitiva, dar a conocer oportunidades de empleo en 10 comarcas de Aragón entre personas interesadas en vivir en dicho medio rural. “Lo que pretendemos”, explica Paloma Fábregas, gerente del CEDER Somontano, “es que se aprovechen esas oportunidades de empleo que existen y no se conocen. Para que permanezcan o lleguen. Es un proyecto contra la despoblación, una parte de Pueblos Vivos”.

En la actualidad y hasta el momento ya hay 14 empresas del Somontano que, entre todas, han lanzado un total de 18 ofertas. En la misma comarca se han presentado 60 candidaturas, aunque no todas pueden ser válidas, puntualizan desde el CEDER. Todavía continúa el periodo de selección. Cuando se presentó la plataforma, a finales del mes de mayo, sumaban 95 ofertas profesionales, de las cuales 82 son asalariadas, 11 alquileres de negocios y dos de gestión pública. Ahora las ofertas rebasan la centena en todos los territorios implicados.

“Lo que pretendemos es que la gente se quede y, encima, ayudar a que el tejido productivo de los territorios siga funcionando y sea competitivo. A los empresarios les faltan trabajadores que no encuentran o hay negocios que no van a tener relevo. También hay Ayuntamientos que ofrecen la gestión de equipamientos municipales pero no tienen ofertantes. Aprovechamos esas oportunidades”, subraya Fábregas.

Existen tres tipos de ofertas laborales: asalariados; alquileres, que los dejan por varios motivos y que tienen sus instalaciones e incluso la clientela, y la gestión de servicios municipales, que son esenciales para mantener la calidad de vida.

Rural Job está financiado al 75% por la Fundación EDP. El resto lo aportan fondos europeos FEADER y Gobierno de Aragón, junto con aportaciones menores de los Grupos de Acción Local y la Diputación Provincial de Huesca. El programa se encuentra ahora en una fase intermedia. En un primer momento hubo una fase preliminar para identificar las oportunidades de empleo. Fábregas explica que “se trata de identificar aquellas que no se cubren y, que muchas veces, ni siquiera están con el cartel de anuncio puesto o no han tenido difusión. Se trabajó durante mes y medio para reunir todas las que pudiéramos de golpe, para sacar una convocatoria. Además nos permitió lanzar la plataforma con 95 ofertas. Ahora ya hay más de 100”.

Ahora se encuentran con “una versión básica, sobre todo con las ofertas para que los candidatos presenten sus candidaturas”. Además, las empresas nuevas que quieran darse de alta ya lo pueden hacer a través de un acceso habilitado, dándose de alta con sus ofertas y contraseñas. Por todo ello, las candidaturas no cesan y el CEDER confirma que, a pesar de que las empresas están estudiando si estas son adecuadas, ya ha habido alguna contratación.

“Queremos que nos sigan conociendo empresas”. Esta es la premisa de Fábregas y su equipo mirando al mes de septiembre, momento en el que pretenden sacar una segunda gran convocatoria: “Es como dar empujones gordos que permitan que a la gente le llame la atención”.

Desafío y Arraigo

Desafío y Arraigo son dos programas de becas que nacen a raíz de un convenio entre la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Huesca. La intención es acercar la realidad del medio rural a los estudiantes universitarios y que lo conozcan. De esta forma, los estudiantes de la Universidad de Zaragoza tienen la oportunidad de realizar prácticas en la provincia de Huesca, siempre en municipios de menos de 1.500 habitantes.

En el programa Desafío están los estudiantes y, en Arraigo, los titulados. Por un lado, están las prácticas que piden hacer los estudiantes buscando algún pueblo en concreto. Por otro lado, están los Ayuntamientos o empresas que también se dirigen a la universidad y solicitan estudiantes para que hagan prácticas en sus municipios. Normalmente es la universidad la que les busca a los estudiantes y, a partir del deseo que tienen los demandantes, les buscan una opción. Miriam Ponsa, diputada provincial de Iniciativas Locales, explica que “realmente, lo que hacemos nosotros, es colaborar económicamente, pero las prácticas luego las busca la Universidad. La DPH da 50.000 euros para el alojamiento y los desplazamientos”. 

La experiencia del año pasado fue un “gran éxito porque tampoco sabíamos cómo iba a salir. Al final, fueron 25 prácticas (17 en Desafío y ocho en Arraigo) en siete comarcas diferentes. Da la casualidad que este año 2022 las prácticas han sido las mismas (25) y se han cerrado la pasada semana. Hay grados muy variados, pasando por ciencias ambientales, ingeniería agroalimentaria, hasta arquitectura y medicina, entre otros. “La del Somontano fue, junto con Sobrarbe, la comarca donde más prácticas se hicieron el año pasado”, afirma Ponsa, quien concluye apuntando que la respuesta de las empresas está siendo “positiva porque buscan gente”. Aunque la iniciativa la toma el estudiante, “cada vez son más empresas las que tienen interés”. El éxito, por el momento, está asegurado: “Quizá hay que plantear que se puedan hacer más prácticas”, concluye Ponsa.

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