Escribo en vísperas de la celebración de los actos conmemorativos del 50 aniversario de la creación de la UNED en 1972, que cuenta con el Centro Asociado de Barbastro desde hace 38 años.
El programa incluye un buen grupo de autoridades, que podrán disfrutar de la hospitalidad y reconocimiento de los barbastrenses, al lado de tantos alumnos y alumni formados en la UNED.
Este aniversario me llena de satisfacción y me sirve para recordar y valorar el trabajo que la enseñanza pública universitaria ha realizado a través de una institución como la UNED, que ha resultado decisiva para la formación y cualificación de miles de ciudadanos. Y hacerlo en ámbitos desprovistos de los tradicionales centros presenciales supone una oportunidad para muchos que por diversas circunstancias no pudieron llegar a la presencialidad de las aulas.
Y aunque la situación de hoy es distinta y se ha avanzado mucho en la enseñanza virtual, con prestigiosos campus online, mirar a 1972 ayuda a entender la innovación que supuso su puesta en marcha.
Por eso me parece justo resaltar la apuesta por la educación en el territorio y su contribución al desarrollo local por parte de la UNED, que es hoy la mayor universidad pública por el número de alumnos, hasta una media de doscientos mil que se matriculan cada año, y que cuentan con el apoyo de 6.000 profesores tutores online o presenciales. Desde su fundación en 1972 más de dos millones de estudiantes se han podido graduar.
Que tengamos en el Alto Aragón y en Barbastro uno de los 61 centros asociados en España (además de 20 en otros países) es una constatación para alegrarse y compartir la satisfacción por un itinerario, por una singladura que merece agradecimiento.
Después de haber vivido en Barbastro los primeros años del Centro Asociado de la UNED, creo que estos aniversarios redondos merecen ser destacados y celebrados, en contra de la manía de poner peros por sistema.
Vamos a valorar las cosas y brindar con sentido positivo, viendo tantas cosas buenas de personas e instituciones, sin dejar de proponer mejoras. Miremos hacia atrás para celebrar con amplitud de miras, para compartir retos y transformar. Homenajeemos a los promotores que supieron poner en marcha tantas iniciativas que perviven ya maduras siguiendo con su vocación de servicio.
Esto me sirve para la UNED y para otras ideas. Ni pongo pegas por sistema ni doy cheques en blanco, prefiero la disposición habitual de celebrar y sumar, aunque parezca ingenuo. Por encima de detalles menores que no empañan lo que significa una labor consolidada y bien hecha. Un aplauso para los que han intervenido directamente en un balance de lujo, sin perjuicio de pequeñeces que como en toda obra humana habrá.
Comparto las valoraciones del rector, el oscense Ricardo Mairal, cuando destaca el importante papel de la UNED para abordar los retos de una España tantas veces ignorada y olvidada, con los objetivos de frenar la despoblación y evitar la emigración.
A la vez el Centro barbastrense es protagonista de proyectos de innovación y desarrollo en el campo de la informática (la Valija Virtual o los exámenes en línea AvEx, por ejemplo), junto a una agenda cultural muy destacada, siendo un foro ciudadano de encuentros y eventos.
Todo el reconocimiento hacia los equipos humanos y directivos, con el Patronato del Consorcio Universitario Ramón J. Sender como sostén suficientemente dotado, y los sucesivos Ayuntamientos. Gracias.