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La sequía es solo la puntilla

El Cruzado
23 septiembre 2022

La sequía está siendo la puntilla para un sector, el primario, que nos da a todos de comer. Los agricultores alertan de que el incremento de los costes de gasóleo, electricidad, piensos o fertilizantes a los que tienen que hacer frente se han doblado o triplicado, pero sus ingresos no.

Y, atención, que esto no es de ahora: hace meses que la escasez de precipitaciones y la inflación se ceban con el campo, especialmente en el secano. Así se constata, por ejemplo, en la vendimia del Somontano.

Mientras las viñas en regadío han aguantado las altas temperaturas, el rendimiento de aquellos terrenos a merced de la meteorología ofrece, en algunos casos, rendimientos dramáticos.

Tan extrema es la situación y tan poco halagüeñas las perspectivas que, ante la campaña del cereal de invierno, ASAJA Huesca ha advertido que tendrán que estudiar la rentabilidad de cada hectárea antes de sembrar, prescindiendo de zonas más áridas y apuntando a un posible desabastecimiento de cereales para hacer pienso.

Auguran los expertos que el otoño que hoy comienza será más seco y cálido de lo habitual, por lo que urge la toma de decisiones consensuadas con el sector y, a ser posible, con la mirada puesta algo más allá de la inmediatez.

Cuando los problemas nos envuelven caemos en la tentación de quitárnoslos de encima sin advertir que seguramente se repetirán, con más o menos gravedad. Del mero parche a una solución más duradera nos separan la audacia, la templanza, la humildad, la capacidad de concitar mayorías y de saber ponerlas de acuerdo en lo mejor, aunque duela.

Seis meses se han cumplido de la mayor manifestación del campo español en Madrid por la baja rentabilidad y los altos costes de sus explotaciones, recién iniciada la invasión de Ucrania. Los convocantes pedían entonces un plan de choque y, sobre todo, daban continuidad a unas movilizaciones que habían iniciado en 2020 para pedir precios justos.

Ni más ni menos. Porque si ya era difícil hace dos años sostener un negocio agrario o ganadero, mucho más lo es hoy. Más difícil pero más necesario que nunca, en un contexto global cuajado de amenazas ante el que urge una reacción más allá de la coyuntura.

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