Usana, Las Cambras y La Iglesia en Banastón cuentan con depuradora. El ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe ha concluido estas obras con una inversión de 230.000 euros. Contaban con una subvención al 95% por el Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés del Agua, y una aportación municipal del 5%.
Estas infraestructuras funcionan ya a pleno rendimiento ofreciendo servicio a casi un centenar de habitantes. Cifra que se ve incrementada hasta superar los 240 durante la época estival debido a los alojamientos rurales y a las segundas residencias.
Cabe señalar que el pueblo de Banastón se compone de una decena de barrios muy alejados entre sí. Circunstancia que dificulta las labores de saneamiento y depuración. A todos ellos el abastecimiento llega desde un pozo ubicado en Aínsa.
En total 40 viviendas se han visto beneficiadas de la mejora emprendida. Un reclamo histórico al que se sumarán próximamente obras de similares características en Guaso, Arro, Aínsa y Latorrecilla. Así como en el resto de pueblos que integran el municipio, conforme el consistorio logre recabar fondos para lograrlo. “Depurar nuestras aguas es una cuestión básica que llevamos años tratando de solventar. Teníamos depuradoras muy antiguas que en algunos casos incumplían la normativa actual, y dar salida a esta situación es fundamental y concuerda con nuestra manera de entender y respetar nuestro entorno”, explica el alcalde Enrique Pueyo.
Las depuradoras
Las tareas han consistido en la mejora del saneamiento de estos núcleos, el empalme con las depuradoras instaladas y el cierre del perímetro de la instalación. Se mantienen, no obstante, las fosas-filtro en los tres barrios, que han sido igualmente acondicionadas. Por otro lado, cabe destacar que dichas depuradoras funcionan por decantación, por lo que prescinden del uso de productos químicos. Mientras que el sistema de generación de energía eléctrica para el servicio de los equipos se produce a través de placas solares, reduciendo el gasto a cero.