Sin ser conscientes, vivimos rodeados de entidades que se basan en el voluntariado. Este lunes, 5 de diciembre, se conmemoró el Día Internacional de los Voluntarios y hemos querido visitar a algunas de las asociaciones y comisiones de fiestas de nuestra comarca para conocer su actividad y las motivaciones de sus voluntarios.
En verano los pueblos del Somontano rebosan de alegría y vecinos para celebrar las fiestas mayores. En muchos de los pueblos quién se encarga de organizarlas es el Ayuntamiento. Pero en otros, las fiestas corren a cargo de un grupo de voluntarios que, simplemente por el hecho de ver disfrutar a sus habitantes, decidieron crear una Comisión de Fiestas.
Un ejemplo de ello es Abiego. Fiestas mayores, romerías, fiestas de invierno, Navidad… Todas estas festividades de este municipio del Somontano están organizadas por un grupo de jóvenes de entre 22 y 23 años.
En total, la comisión de fiestas la forman 10 personas, pero la carga más grande recae en cuatro de ellos: Sofía Jordán, Iker Jordán, Eva Arnal, Isabel Ansón y María Villalón.
En el año 2015 comenzaron a ayudar en las fiestas y en 2017 ya se encargaron de realizarlas totalmente solos. Aunque no fue hasta un año después, ya que fue entonces cuando algunos de sus miembros cumplieron la mayoría de edad, cuando oficialmente fueron los encargados de la Comisión de Fiestas de Abiego.
“Realmente no fue una decisión voluntaria. La generación anterior encargada de la comisión nos avisó de que ya era nuestro turno y no nos quedó más remedio. Aun con todo, somos los primeros interesados en que haya fiestas, entonces lo hacemos con toda la buena voluntad y todo el amor que podemos”, explica Sofía Jordán.
Ellos se encargan de pensar los actos, organizarlos y posteriormente, realizarlos. Y detrás de ello, en muchas ocasiones necesitan hasta un año entero de organización. “Sin ir más lejos, para las de 2023, que son en agosto, llevamos desde el Día del Pilar quedando con representantes y mirando orquestas”, añade.
Pero en muchas ocasiones, pueden contar con la ayuda de los vecinos del pueblo. “Hay gente que ayuda y otros que más que ayudar, intentan meterse en medio para entorpecer. Pero no nos quejamos. Siempre que hemos necesitado ayuda, el pueblo ha respondido bastante bien”, expresa.
Pese a todo el trabajo que hay detrás, muchas veces esta labor no es apreciada por los habitantes del municipio. “A nosotros nos compensa porque somos los más interesados y los que más disfrutamos de las fiestas. Además, da mucha satisfacción ver lo bien que han salido las cosas una vez que se acaban. Pero a nivel de reconocimiento externo no, porque pesan más las críticas que los piropos”, confiesa Jordán.
“Hagas lo que hagas, siempre va a existir gente a la que le gusta y gente a la que no. Entonces nosotros siempre lo intentamos hacer lo mejor posible y lo importante es que lo hacemos a gusto. En general, estamos muy contentos”.
El futuro de las comisiones de las fiestas en muchos municipios peligra. En algunas ocasiones es porque no existe relevo generacional y en otras, porque no quieren tener esa carga y responsabilidad. Pero este no es el caso de Abiego.
“A lo largo del año anterior y de este, hemos estado introduciendo a jóvenes de entre 17 y 18 años para que vayan aprendiendo nuestra labor. Así poco a poco van aprendiendo cómo se hace y en un futuro no les llegue esta tarea a la fuerza, como nos sucedió a nosotros”, concluye.