Tribuna
Araceli Cavero A cuatro manos
Tribuna

Vivir en peligro

Araceli Cavero A cuatro manos
26 enero 2023

A principios de la semana pasada, en una aparición de Pedro Sánchez en televisión le oí decir que el problema con Cataluña estaba solucionado, que la convivencia había vuelto a la normalidad. Luego, salió también el ministro Bolaños a decir prácticamente lo mismo.

Me extrañó mucho, porque estoy convencida de que los independentistas no pararán hasta conseguir su objetivo, que es la independencia con respecto a España.

De esto se da cuenta cualquiera que tenga dos dedos de frente. Efectivamente. No tardaron ni veinticuatro horas en rebatirlo, diciendo que el “procés” está más vivo que nunca. ¡Ya decía yo!

Si de esto se da cuenta cualquiera que piensa un poco. ¿Qué pretende el presidente? ¿Tomarnos el pelo una vez más? ¿O tomarnos por tontos? Y en verdad que lo somos, ya que al no protestar estamos dando por bueno todo lo que nos cuenta.

Y yo me pregunto: ¿Qué están haciendo los diputados del resto de Autonomías que están en el Congreso, que aprueban todo lo que les pone delante “sin fisuras”? ¿No ven que todas las inversiones, todos los beneficios van en una sola dirección? ¿Están representando los intereses de sus representados? Están a merced de lo que desee ERC en su camino de conseguir lo que más conviene a sus objetivos.

¿No se dan cuenta de la manipulación a la que están sometidos? Demasiadas preguntas en estos tiempos difíciles para todos.

Escuché la parte de la entrevista a Cristina Alberdi que se refiere a como ve ella la situación. Habló con una claridad meridiana. Algunos expolíticos también advierten de vez en cuando del derrotero que está tomando la política de Pedro Sánchez, pero ninguno lo ha hecho con la contundencia de Cristina. También a algún presidente autonómico se le escapa alguna crítica, aunque enseguida se desdice de sus anteriores declaraciones.

Comparto la preocupación de Cristina Alberdi porque hay momentos en que temo que volvamos a vivir acontecimientos del siglo pasado que, aunque no los viví, sí he oído y leído mucho de lo que sucedió. Y no me gusta. No me gusta nada.

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter

Más en Tribuna