Jorge Pueyo es comunicador, abogado y divulgador del aragonés, así se define en su perfil de Twitter, donde cuenta con más de 14.000 seguidores. Una mezcla de humor e información conforman el noticiario matinal aragonés que ve la luz todos los lunes. Para este “choven” de Fonz de 26 años, comunicar significa “tener empatía con el espectador, saber quién te puede ver, a quién te expones y saber conectar con esa gente en la forma, primero, y en el medio en el que te expresas, adaptando esa forma a ese medio ya que no es lo mismo comunicar en Instagram que en la televisión”.
Pueyo reconoce que le gusta “mucho el mero hecho de contar las noticias de forma independiente”. El hecho de “influir”, añade, “incluso en algunas corrientes más informativas que pueda haber dentro de Aragón”.
¿Cómo se le ocurrió entrar en este mundo de las redes sociales para empezar a divulgar algo que defiende con tanto ahínco?
– Llevo ya 9 años en Twitter pero no fue hasta en el último año -con el noticiario matinal aragonés- en el que he creado yo contenido. Fue un momento en el que vi que existía una posibilidad de comunicar, era un formato que podía utilizar muy bien y le di una vuelta. Tengo dos minutos y 19 segundos para intentar resumir un mínimo de 12 noticias.
¿Qué es lo más positivo de las redes sociales?
– Lo mejor para mi de Twitter es el poder salir de tu comunidad de hablantes, es decir, en mi caso, poder salir de Fonz y hablar con alguien de la Bal de Chistau o con alguien de Hecho. Y poder tener esa comunidad que realmente se vea identificada con esa lengua. Para mi eso es esencial. Llegar a gente que tú no te esperabas llegar con una sensibilidad lingüística diferente.
Ha realizado numerosas charlas últimamente por la Comunidad Valenciana y Cataluña. ¿Ha notado, a raíz de su divulgación, un afloramiento de un sentimiento que quizá estaba escondido? Porque ya no es solo en Aragón, sino que en otras comunidades hay gente que le apoya, que se identifica con lo que defiende… Y creo que gran parte de culpa es gracias a esa comunidad que se ha generado en Twitter.
– Llega un momento que sale de Twitter y pasa a periódicos o al WhatsApp. Se va creando una comunidad alrededor de ti y de repente vas a Barcelona y te vienen personas de Aragón emigradas en Barcelona y tienen ese sentimiento. Me duele no haber podido encontrar eso en Aragón, el que mi propia lengua se haya podido estudiar, conservar… Creo que ha cambiado algo a raíz del noticiario. Había que socializar, crear en la gente la necesidad de decir que esto es importante porque es un patrimonio nuestro, la riqueza que puede suponer, la vulneración de derechos lingüísticos que hay a día de hoy, el peligro en el que está según la UNESCO. Son un montón de cosas que había que contar primero antes de decir: ahora necesitamos que haya un profesor en Fonz que sepa aragonés. La base del noticiario ha sido socializar.
En un video a través de Twitter pudimos palpar la emoción de una chica en una de tus charlas al contarte su experiencia. Al fin y al cabo, eso es lo más bonito de todo; el ver cómo alguien se siente identificado con su objetivo y con su lucha.
– Muchas veces cuando estamos en una red social no es fácil soltar cosas. La impersonalidad de la pantalla a la personalidad de ver a alguien llorando delante. Eso para mi fue un golpe de realidad tremendo. Fue brutal.
¿Qué tiene entre manos de cara al futuro? ¿Algún proyecto que se pueda desvelar?
– Hay un proyecto que está muy guay, hay varios, pero no puedo contar nada.