En el Congreso Nacional de Cofradías recogimos las voces para ver el futuro cofrade. Las cofradías no se pueden desligar de la Iglesia Católica. Si se borra esta identidad se banalizan y se convertirán en otra cosa, pero dejarán de ser cofradías.
En este congreso nacional de cofradías quedó patente que las diferentes manifestaciones –tan distintas entre sí– que la Semana Santa muestra en nuestro país, no desdibuja la realidad cofrade porque el sentimiento y la fe es compartida. Comunicar, salir de nosotros, tanto como cofrades y como Iglesia constituyó uno de los debates más abiertos de cuantos acontecieron. Lo que no se comunica no existe.
IRENE POZO
“El mensaje cristiano es el mismo y cada uno debe llevarlo a su entorno. Pero si algo nos ha enseñado la pandemia es que solos no podemos. De todos depende comunicar y evangelizar: de medios y de personas. Además, abogo por salir a todos los medios, no sólo a los afines. No hay que tener miedo sino caminar hacia la cultura del encuentro. Y aquí, las redes sociales se presentan como una oportunidad y la Iglesia tiene que estar en digital”, apunta esta periodista.
ÁNGEL NASARRE
Este doctor en Historia apunta que las cofradías nacen en un contexto histórico muy concreto. “Y estas agrupaciones de fieles, que mezclan veneración y tradición, siguen adelante. Sus labores caritativas y de ayuda continúan vigentes así como la promoción de la devoción”. Nasarre ahonda en que las cofradías aúnan religiosidad popular y rituales. “Herencias del pasado que deben seguir adelante, modernizándose pero sin caer en lo banal para no perder su sentido”.
ANTONIO BUENO
El teólogo y sacerdote sevillano expuso que uno de los grandes valores que ofrecen las cofradías para la Iglesia es “unir la realidad social con la religión. En un mundo que vive como si Dios no existiese, las cofradías pueden servir de puente. Acercar a los hombres a Dios”. Destaca Bueno el gran papel de convocatoria de la que gozan las cofradías en la sociedad actual. “Y animo también a que profundicen en la formación cristiana de los cofrades y en su labor social”.
DOLORES PONS DE PABLO
La Semana Santa otorga un papel relevante al arte y a la escultura en particular. Al pensar en el arte, los espectadores debemos tener presente que la obra artística nunca es neutra y está llamada a un fin. Y el arte religioso buscar llevarnos a la fe. Su propósito consiste en motivar el amor del hombre por Dios, su conversión. En la Edad Media, cuando nacen las cofradías, a través de las imágenes se catequizaba, se enseñaba el evangelio, aclara la licenciada en Historia del Arte.
CRISTINA DEL OLMO
La periodista de la Conferencia Episcopal Española señala: “Las cofradías son Iglesia y deben sentirse parte de ella. Además, hay que comunicar, pero no de cualquier manera sino con un plan. Destaco ante todo que los jóvenes son el presente y ellos unen tradición y modernidad y enseñan cómo se debe comunicar. No olvidemos que todos somos Iglesia y todos debemos aportar ese granito de arena. Creo que no somos conscientes de lo valiosos que somos”.
