Comenzamos la Cuaresma, un tiempo de vida interior, de oración, espacio para la transformación y para prepararnos a vivir la Pascua. Días de reflexión en los que vuelvo una y otra vez a plantear si habrá algo más hermoso y humanizador que ser ternura de Dios para el mundo. La antropología que subyace en el corazón del mundo postmoderno, de la tan cacareada sociedad del bienestar que tanto fascina a algunos, no nos ha hecho más libres ni más felices como nos prometieron. Ante esta realidad me pregunto:
¿Qué nos está pasando?
- ¿Por qué con los ingentes recursos de los que disponemos hay tanta injusticia y tantos empobrecidos en nuestra sociedad? ¿Por qué resulta tan difícil la afirmación práctica de la dignidad del ser humano?
- La economía, que debería ser un mero instrumento al servicio de la persona humana, se ha convertido en fin en sí mismo, en criterio desde el que se organiza toda la vida social.
- El sistema económico, el sistema de producción y consumo, se ha convertido en sistema social y cultural. Esto genera problemas importantes en el ser humano.
El trabajo es uno de los bienes básicos de todo ser humano. Hoy se organiza para conseguir la mayor rentabilidad económica posible. El resultado es la explotación, la injusticia, el incremento de empobrecidos. El trabajo y lo que él produce se convierte muchas veces en mercancía: negación de la dignidad humana y deformación de nuestra humanidad.
La vida social constituye otro de los bienes básicos de todo ser humano. También hoy se organiza de forma que resulte funcional al sistema de producción y consume poniendo la vida del ser humano al servicio de la producción y el consumo. Esto provoca graves dificultades para vivir humanamente y construirnos como personas: se somete y adapta la vida de personas y familias al sistema de producción y consumo.
La cultura es otro de los bienes esenciales de todo ser humano. Se ha deformado hasta tal punto que nos imposibilita descubrir nuestra identidad y realizarnos como personas. Para poder funcionar, el sistema de producción y consumo