El impago por parte del Club de Atletismo a la Asociación Española contra el Cáncer de la recaudación obtenida en la Carrera de la Mujer de Barbastro 2022 ha destapado la crisis de una entidad cuyo compromiso con el fomento y práctica de la actividad deportiva está fuera de toda duda.

A su directiva –que hace meses integra de forma exclusiva el presidente– le ocurre justo lo contrario: las dudas envuelven una gestión, cuando menos, oscura, que deberá aclararse ante los socios y ante los barbastrenses. ¿Dónde están los 7.350 euros de la Carrera contra el Cáncer?

Asegura el presidente que los usó para pagar a los proveedores de esa prueba solidaria, algo que nunca debería haber hecho por respeto a cada una de las corredoras y a la misma causa de la convocatoria. Solo ese desvío de fondos bastaría para censurar su actuación y pedir responsabilidades.

Pero la realidad es que, además, los gastos de organización y cronometraje no se han abonado y al menos tres empresas reclaman al club una cantidad que ronda los 20.000 euros por pruebas disputadas en 2021 y 2022. Y no es la única discordancia.

Buena parte de las afirmaciones que el presidente del club hace en la entrevista publicada este viernes en nuestro periódico no concuerdan con otros testimonios e incluso se desmienten con pruebas materiales.

Urge un relato veraz de lo ocurrido y, sobre todo, urge saldar la deuda con la AECC y con las 735 corredoras, además de patrocinadores, que confiaron en que su donación y esfuerzo ayudaría a la investigación contra el cáncer.

A los socios del Club de Atletismo Barbastro corresponde, en el marco de su asamblea y los cauces previstos en sus estatutos, exigir esas explicaciones para ofrecer transparencia y poner soluciones, no solo económicas, que les permitan seguir caminando sin lastres hacia su medio siglo de vida.