Miércoles 8’15 horas. Un numeroso grupo de vecinos se reúne en la calle Mayor de Peralta de Alcofea para ir a caminar juntos. Andar, una de las propuestas de ejercicio más populares entre la población, cobra un nuevo impulso con estas “Caminatas saludables” que proponen los profesionales del Centro de Salud de Berbegal.
Una cita rotatoria que llega a Laluenga, Berbegal y Peralta. Una hora más tarde, regresan satisfechos y llenos de energía. “Yo no me lo pierdo y si hay obligaciones, se dejan y se hacen más tarde”, comenta Elena Coscojuela.
Los motivos que los mueven son varios pero enarbolan la bandera del cariño y del respeto que le profesan a su médico “de toda la vida”, José Alcubierre. “Si don José nos lo recomienda, ¡cómo no vamos a venir! Es nuestro médico desde hace muchos años”, explican Tere Mariñosa, Mari Mar Bisús, Soledad Ester y Pilar Buil. Otra vecina, Obdulia Gracia añade que, además, “estar juntos ayuda a hacer comunidad, a hacer pueblo”.
Sin embargo, de entre todos los participantes, Conchita López se lleva los aplausos de sus vecinos. Conchita, con 90 años, no se pierde una. “Me encanta venir, es estupendo. Salgo a caminar todos los días excepto cuando hace viento. Pero como vivo sola no tengo a nadie con quién pasear y el camino se me hace largo y aburrido. Mucho mejor esto, en compañía”. López resume con sus palabras las intenciones del equipo profesional del Centro de Salud de Berbegal. Porque junto a los vecinos también han caminado Sonia Laplaza, médico en Laluenga; Javier Puente, enfermero en Laluenga y la enfermera Sofía Pascual.
Ellos nos comentan que desde la consulta animan a los pacientes a que realicen ejercicio físico, a que se relacionen “pero en los pueblos la mayoría de la población es gente mayor que vive sola y, una vez que salen del médico, regresan a su rutina cotidiana de soledad y falta de ejercicio. Así que propusimos estas caminatas para ayudar a romper ese círculo. Al fin y al cabo, no podemos olvidar que el objetivo de la Atención Primaria es la prevención”, explica Pascual.
“Caminatas saludables” se inscribe dentro de un proyecto de calidad de Atención Primaria que desarrolla el Centro de Salud de Berbegal por iniciativa de sus profesionales. El balance no puede ser más satisfactorio, comenta el equipo. “No nos lo esperábamos. La acogida ha sido tal que hemos aumentado la frecuencia de las salidas”. Las citas se mantendrán durante la primavera y se tomarán un descanso en verano. Y mientras parte del equipo del Salud sale de paseo, otro cupo atiende las urgencias que puedan surgir.
Además de estas caminatas, otro proyecto de calidad promovido desde este centro de Berbegal se ha enfocado a los cuidadores de los dependientes. A través de una encuesta, los sanitarios detectaron qué necesidades de información precisaban y con ello redactaron un tríptico. En él se recogen desde teléfonos de interés a pautas de alimentación o primeros auxilios. “La población demanda información”, aseguran. Una información y una cercanía que sí es posible en los consultorios rurales. “Conocemos a nuestros pacientes y los atendemos sin que existan listas de espera”, añaden.
Caminar, ¿solo caminar?
Las caminatas han comenzado en este centro de salud de Berbegal (con Peralta y Laluenga) y, en breve, llegarán a Barbastro. Así lo ha confirmado Pedro García, enfermero de Atención Primaria del Centro de Salud de Barbastro. García, al igual que sus compañeros, insiste en que la razón de ser de Atención Primaria radica en la prevención. “La idea de las caminatas, como otras iniciativas dentro de lo que ahora se denomina medicina comunitaria, implica abrir el centro de salud. Significa que la Atención Primaria no se vea reducida a la consulta, sino que proponga otras actividades que ayuden a la población a llevar un estilo de vida saludable. En resumen, sería pasar de un modelo clásico a un modelo más contemporáneo”.
Estos proyectos de calidad se promueven dentro de los centros de salud “basándonos en nuestra experiencia diaria”. García no duda al afirmar: “Para mejorar los dolores, hay que moverse porque si te paras vivirás mucho peor. Está demostrado, cuanto menos ejercicio, peor calidad de vida. Y, además, no basta con caminar, sino que debemos incorporar resistencia. Y una recomendación, con los mayores no hagamos las cosas por ellos. Por ejemplo, que sean ellos quienes se abrochen los botones, aunque les cueste”.
Estas andadas se ofrecerán para animar a realizar ejercicio físico, pero también para fomentar las relaciones sociales. “Ahora el mal de las personas mayores es la soledad. Hay mucha gente sola y también mucha depresión. Y estamos observando que medicalizar la depresión tampoco funciona”, añade este enfermero con más de veinte años de experiencia.
Junto a esta iniciativa de las caminatas, se prevé iniciar un grupo de diabetes para adultos. La prevalencia de esta enfermedad llega en España a un 14%, uno de cada siete adultos es diabético. “A los adultos, y más si son mayores, les cuesta asimilar y aprender nuevos conceptos. Así que los vamos a reunir para ofrecerles formación”. Y ya ha entrado en funcionamiento un estudio de calidad del sueño para desmedicalizarlo.
En su tiempo un enfermero en el Centro de Salud de Barbastro se dedica a las extracciones y el sintrom. “Hay que tranquilizar respecto a este anticoagulante. Da respeto, parece una cosa seria por los controles que exige, pero que estén tranquilos, es muy efectivo”.
También en sus funciones se incluyen las consultas concertadas. Así, un grupo de mayores acude de forma periódica a que les vigilen los niveles de glucosa y la tensión. García confirma que, en algunos casos, esos valores son lo de menos. “Se trata de un modo de saber cómo están, cómo se sienten, si ha cambiado algo en su vida que puede influir en su estado de salud general”.
Otra tarea importante la vemos en la atención domiciliaria. “Para muchos, la visita del sanitario será la única oportunidad que tengan de conversar con alguien. A mí me gusta, si se puede, tomarme un café con ellos”.
En esta conversación aparecen con insistencia menciones a la soledad, la depresión y la ansiedad como grandes males de ahora y de aquí. “No sé qué mundo hemos creado… Pero no tenemos tiempo y necesitamos tiempo para nosotros y para los demás. Yo recomendaría a las personas que se parasen a pensar. Que vieran qué les gusta de su vida, qué no y qué hacemos por el que tenemos más cerca”.
En pediatría
“Nosotros nos dedicamos a la prevención y para lograrlo, la confianza con el paciente resulta fundamental porque, a veces, nos tienen que contar asuntos que incomodan”, señala García. La empatía como pilar recorre todo el trabajo de enfermería. Y comienza en Pediatría. “Cuando nace un niño sano, apenas 24 o 48 horas después del alta hospitalaria ya vemos a esa familia.
En estas primeras citas, establecer un buen vínculo resulta vital. Vamos a acompañar a ese bebé, y a su familia, hasta que cumpla los 14 años. Si la función de Primaria es prevenir aquí comenzamos a construir esa vida saludable”, explica Carmen Blecua, una enfermera pediátrica veterana.
Pediatría de Atención Primaria se esfuerza por ser un servicio ágil y accesible en el que la atención telefónica también se encuentra muy presente. “Atendemos muchas dudas, pero, sobre todo en padres cuando están introduciendo nuevos alimentos a sus bebés”.
De su experiencia, la enfermera Beatriz Vistué se asombra de que todavía no se utilicen de forma correcta los sistemas de retención infantil en vehículos. Los bebés y los niños siempre deben ir en su silla homologada y adecuada a su peso y altura. “Nunca debería pasar por nuestra cabeza que no pasa nada por tratarse de un trayecto corto o dentro del pueblo. Un frenazo, un choque puede resultar fatal”.
Otros puntos de atención nos llevan a la salud bucodental y la alimentación. En cuanto a la salud bucodental hay que insistir en un correcto cepillado de los dientes y en acudir a las revisiones del dentista de forma periódica. Y, por supuesto, la guerra contra las chucherías y el azúcar. “El azúcar no ayuda a crecer, sólo produce agujeros en los dientes –afirma Blecua– y aunque su consumo se halle tan extendido no por eso debemos dejar de insistir en lo negativo de su consumo”.
Del azúcar saltamos a la alimentación. Muchos padres creen, con buena fe, que la alimentación de su hogar es saludable. Por ejemplo, se tienen por buenos los cereales de desayuno sin reparar en la alta aportación de azúcares y la falta de fibra de la mayoría de ellos. En otros casos, la bollería industrial aparece con demasiada frecuencia en la cesta de la compra.
El tema de la alimentación afecta a toda la familia y representa un verdadero desafío porque, en un alto porcentaje, los progenitores también presentan sobrepeso. “Les ayudamos y les enseñamos a cambiar sus hábitos, a identificar los alimentos sanos y si lo hacen bien, pierde peso toda la familia”, aclaran.
Pantallas y adolescentes
Junto a estas cuestiones, el (mal) uso de las pantallas presenta otro de los caballos de batalla. Desde el Área de Pediatría del Centro de Salud recomiendan que los menores de 2 años jamás vean una pantalla. Aunque también muchos expertos inciden en que, hasta los 6 años, la tecnología, generalmente, no brinda ninguna ventaja adicional al desarrollo.
El uso debería limitarse una hora al día, pero no seguida, sino con descansos cada 20 minutos. Las pantallas privan de realizar ejercicio físico, de socializar, aumentan la agresividad, modifica el sueño, frena el desarrollo cognitivo, produce problemas en la visión. “Cada vez los expertos inciden más en las consecuencias negativas. Y, en el futuro, vamos a observar muchos problemas vinculados a la generalización y al uso de estos dispositivos”, explica Vistué.
En cuanto a los adolescentes, a estos profesionales les toca abordar temas tan espinosos como las enfermedades de transmisión sexual o los hábitos tóxicos. “Muchos padres agradecen que saquemos estas cuestiones. Además, algunas de estas conversaciones se llevan a cabo en privado, sin la presencia paterna, para que los chavales se sientan cómodos”.
Muchos temas ocupan la agenda de pediatría ya que tampoco el maltrato en la familia o el acoso escolar son ajenos a ella. “Desde su nacimiento y hasta los 14 años vamos a estar con ese bebé. Por tanto, nos incumbe qué sucede en su familia y cuáles son los hábitos en su hogar para intentar, entre todos, construir un modo de vida más sano”, concluye Blecua.