La ministra de Cienca e Innovación, Diana Morant, ha concluido su visita a la provincia de Huesca en Ribagorza. Este fin de semana ha conocido dos iniciativas: el Centro de Ciencias Pedro Pascual de Benasque y el de Investigación y Experimentación de la Truficultura en Graus.
El Centro de Ciencias Pedro Pascual en Benasque lleva tres décadas de funcionamiento. A través de las muy diversas actividades, este centro es pionero en el medio rural de España en el estudio y la investigación del futuro científico y tecnológico. Cuenta con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, con el apoyo de la Diputación Provincial y Gobierno de Aragón.
Este centro ha sido testigo de grandes avances como la creación de Internet o el descubrimiento del genoma humano. Desde 2009, cuenta con un edificio propio en el casco urbano de la localidad. El presidente de la DPH, Miguel Gracia, ha resaltado que es un organismo que “sitúa a la provincia de Huesca en el mapa mundial”. Asimismo, Gracia destaca que “este centro demuestra que no todo tiene que estar en las grandes ciudades sino que se debe apostar por modelos de descentralización de instalaciones y servicios que supongan un reequilibrio territorial”.
El director del centro Pedro Pascual, Manuel Asorey, indicó que es “un modelo único hasta el momento en España por su características, de lucha contra el reto demográfico en el medio rural”. Asorey también destacó que “ejerce como un polo de atracción de un turismo especializado y su trayectoria demuestra que los pueblos tienen grandes posibilidades”.
El impacto del centro en el valle, según Asorey, va más allá del sector especializado, porque se calcula “una reversión de un millón de euros de manera directa a lo largo del año”. Y, añadió “contribuye a fijar población porque hay una plantilla de trabajadores permanente, en su mayoría con alta cualificación, y en verano se refuerza con más plazas por la alta afluencia turística”.
Graus y la truficultura
En su visita a Ribagorza, la ministra Morant también se ha detenido en Graus. Ahí ha conocido el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET). Un centro que es referencia en España para el estudio de este hongo: también un elemento importante para la dinamización económica de la villa grausina y de su entorno.
La Diputación Provincial de Huesca puso en marcha este centro en el año 2009. Fue una apuesta por el cultivo de la trufa y la recuperación y revalorización de terrenos de labranza poco aptos para otro tipo de producción. El presidente de la institución provincial, Miguel Gracia, explicó a Morant que el CIET constituye “un paradigma” de cómo la economía rural puede vincular la producción agroalimentaria con la investigación para ser “referentes en el ámbito nacional e incluso europeo en este y en otros ámbitos”.
Cabe destacar que actualmente el 90 por ciento de la trufa altoaragonesa y ribagorzana se exporta fundamentalmente a Francia. El CIET cuenta en la actualidad con más de 1.500 hectáreas de cultivo y la implicación directa de cerca de 400 truficultores. Para todo ello es necesaria una estrecha colaboración con el sector privado. Y con colectivos como la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón.
A los servicios que ofrece el CIET se suman iniciativas como ‘H2020 Intact’ para el uso sostenible de la producción de trufa. Esta iniciativa promueve el intercambio temporal de personal investigador entre 17 entidades beneficiarias. Entre ellas, el propio CIET, el Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) y la empresa grausina Aragotruf.
Durante la visita, la ministra Diana Morant ha estado acompañada por los alcaldes de Benasque, José Ignacio Abadías, y de Graus, Gema Betorz. En ambos casos, la han acompañado también los presidentes de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, y de la Comarca de Ribagorza, Marcel Iglesias.
