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Araceli Cavero A cuatro manos
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Ante las próximas elecciones

Araceli Cavero A cuatro manos
13 julio 2023

No era mi intención escribir sobre las elecciones próximas porque bastante nos bombardean con este tema los medios de comunicación.

Pero a veces surgen detalles que alertan el oído y nos hacen pensar.

Quizá es porque soy lenta de reflejos, pero hasta ahora no me había cuestionado la existencia del Ministerio de Igualdad. Sí me parecían demasiados 22 ministerios en la última legislatura frente a los 18 en la anterior. Di por supuesto que era el pago a Podemos por los votos a favor del presidente Sánchez.

Ahora que los miembros del Gobierno no paran de echarse flores por lo bien que lo han hecho y la oposición no para de avisar de las múltiples “derogaciones” que harán cuando lleguen al poder, entre ellas la supresión del Ministerio de Igualdad, me doy cuenta de que desde hace mucho tiempo tenemos un Instituto de la Mujer, con sus derivaciones autonómicas que, supuestamente, deberían tener las mismas competencias. ¿O no?

Nunca he tenido necesitad de pedir ayuda al Instituto Aragonés de la Mujer, pero supongo que funciona bien; al menos nunca he oído una crítica, como sí ha pasado con el Ministerio de Igualdad, sobre todo con la famosa ley del “Solo sí es sí” que tanto ha estado en los espacios informativos y que a pesar de los efectos negativos que nadie esperaba, no se han asumido responsabilidades, todavía.

Entonces, ¿qué necesidad tenemos los españoles de asumir un gasto tan innecesario como costoso?

Otra derogación que seguramente será sonada será la ley de Educación. He oído que la quieren cambiar en profundidad.

Según mi parecer, hombre o mujer de Estado se aplica a aquellas personas que buscan y trabajan por el bien general, no por las que más decretos firman sin más ni más; ni por las que más leyes cambian porque las han aprobado el equipo del Gobierno contrario.

Demostraría ser persona de Estado aquella que respeta una ley por el hecho de ser buena y porque favorece al mayor número de ciudadanos; que es capaz de sentarse con los partidos de la oposición para hacer pactos tan necesarios especialmente en el tema de la educación, y dejar de una vez de marear a enseñantes y alumnos que cada cuatro años ven que tienen que replantearse nuevos modos de enseñar y de aprender.

Nos dice el Papa Francisco que la política es “la mayor expresión de la caridad”. Estoy de acuerdo porque me importa la política, pero tengo que reconocer que estoy harta de los políticos, en especial de los que ahora tenemos “en el candelero” porque no los veo personas de Estado.
A pesar de esto, el día 23 iré a votar y que el Señor me ilumine para votar, no al mejor, sino al menos malo. Ante las próximas elecciones.

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