La música es una de las mejores herramientas que usa la sociedad hoy en día. Es símbolo de la cultura de un territorio a lo largo de los años. Permite conocer las ideas, valores, expresiones artísticas y la identidad de un pueblo. Además, tiene el poder de afectar al cuerpo humano; activando zonas cerebrales relacionadas con el estado de ánimo y el humor. En algunos casos, hasta tiene efectos terapéuticos. El trabajo de los músicos va más allá. Les da libertad de expresión y la posibilidad de explorar el mundo expresando sus sentimientos. Desde cantantes individuales hasta grupos, bandas o coros, son conscientes del poder que les da la música.

Sin embargo, todas las personas entrevistadas aseguran que se necesita más inversión en música, tanto en la época escolar como universitaria para que sea acesible a todos. Subrayan la fuga de talento que existe en Aragón donde, a pesar de haber construido unas buenas redes de escuelas y conservatorios, existe un gran vacío al acabar la formación con la única salida de la docencia. 

Dani Escolano. Director Jazz For Kids

Jazz For Kids realizaba pequeños encuentros de trabajo con jóvenes pero la pandemia les obligó a interrumpir casi toda su actividad porque la gran mayoría se basaba en la convivencia. Ahora, una vez pasado lo peor, siguen optando por las clases online a las que se acogieron entonces. De cara al año que viene, al fin, ya tienen pensado hacer encuentros más sociales, con convivencia. En 2021 el número de alumnos ha crecido “bastante”, explica Dani Escolano, su director.

En torno a 50 jóvenes activos, pertenecientes a las provincias de Huesca y Zaragoza, e incluso de entornos rurales, se encuentran inmersos en Jazz For Kids, un proyecto que sigue trabajando en la difusión de jazz, llegando a sitios donde no es tan accesible e “intentando llegar a nuevos públicos para que disfruten de esta música”. El último concierto se celebró el domingo pasado en Huerta de Vero y antes de acabar el año tienen actuaciones en Benasque y Robres. Para 2022, la idea es hacer un programa junto a un artista joven de jazz consagrado.

Sergio Guarné. Director General de la Orquesta Reino de Aragón

El montisonense Sergio Guarné creó la Orquesta Sinfónica de Monzón (OSMO) “para dar la oportunidad a los más jóvenes y que tuvieran su primer contacto con la música orquestal. Pasaron más de 200 niños y niñas, un proyecto muy bonito que fue el embrión de la Orquesta Reino de Aragón (ORA)”. En 2011 Guarné fundó la ORA, “un paso más allá para retener el talento formado en los conservatorios de Aragón”. “Hay 10 auditorios en nuestro territorio que podrían tener una programación de música profesional, como el Centro de Congresos de Barbastro”, indica.

Este año, la ORA cumple su décimo aniversario, aunque todavía le quedan muchos retos por delante: “Tener una temporada estable o traer solistas de renombre. En otras comunidades nos llevan muchos años de ventaja”. Asegura el montisonense que “se hizo una buena labor creando plataformas educativas potentes” pero se olvidó “la punta de la pirámide”. “¿Qué hacemos con la gente que hemos formado? Nos encontramos con una enorme fuga de talento y sin ninguna plataforma de trabajo que no sea la docencia. Cada uno se busca las habichuelas”, lamenta. Puedes leer la entrevista completa haciendo click aquí.

Lucía Pérez. Directora de la Coral del Sobrarbe

En el año 2005, varias madres pidieron ayuda a la maestra de sus hijas para que hubiese cantos durante las comuniones de ese año. Así se creó un pequeño Coro Parroquial. A raíz de este, surgió “poco a poco” un grupo que se mantuvo en el tiempo. Uno de las integrantes de este grupo propuso “dar un paso más y coger una partitura coral a cuatro voces. Y nació lo que hoy es la Coral del Sobrarbe”. María Teresa Alcaine fue la directora de la Coral hasta el año 2016, cuando Lucía Pérez recogió el testigo.

“Paso a paso se han ido sumando personas a las que le mueve la pasión por cantar. Ninguno somos profesionales de la música pero eso se suple con mucho esfuerzo, dedicación, muchas horas de ensayo, con ganas de cantar y de hacer algo digno”, explica Pérez.  Han cantando en las bodas de sus hijos, organizan viajes juntos para cantar por el país y este domingo han programado un concierto para inaugurar la casa de un compañero en Allué. “Me hace sentir orgullosa la unión de grupo y ver cómo hemos conseguido que la pasión por cantar nos convierte en una familia. A veces, la música es un salvavidas”, afirma. 

Javier Pérez. Director de la Banda de la Asociación Cultural Gradense

La Banda de la Asociación Cultural Gradense regresó al Cine Salamero de Graus el pasado sábado, dos años después con motivo del concierto de Santa Cecilia. La pandemia le había privado hasta el momento de tocar ante su público en un espacio tan reconocido como ese. “Fue muy positivo, porque es más acogedor que tocar en la calle”, asegura Javier Pérez, el director de la banda. Este año, además, ha coincidido con el XX aniversario de la banda grausina.

Pérez lleva 15 años como director de la misma y subraya que el objetivo para componer una buena dinámica es que “realmente sean amigos, que puedan venir los viernes y, aunque tengan estudios o lo que sea, que sea un placer para ellos el hecho de venir a ensayar”. Pérez echa de menos la “música de cámara, que es la gran olvidada, ya que raro es el Ayuntamiento que programa dúos, tríos o cuartetos porque a la gente no le acaba de llamar la atención”. Por otro lado, resalta la labor de las escuelas de música y tiene claro que si estas “hacen actividades, el futuro de Aragón no estará mal”. También lamenta, para concluir, el daño que ha causado el covid a los músicos. La entrevista completa en este enlace.

Dúo Moreno Gistaín. Pianistas

El dúo pianístico formado por los hermanos barbastrenses Juan Fernando y José Enrique Moreno Gistaín ha ofrecido conciertos a nivel internacional. Aprendieron a tocar el piano “de la forma más bonita, jugando cuando éramos pequeños”. Indica Juan Fernando que tiene “una fascinación por el piano” que le ha permitido acceder a la música, “y una convicción personal” para sentirse cómodo con el instrumento. “Es una forma de conocerse a uno mismo. Ver el mundo a través de la música se pueden explorar cosas que no puedes con otas disciplinas”, confiesa.

El pianista pide fomentar más la música “en todos los ámbitos”. Recalca el gran impulso que supuso la creación de las redes de escuelas de música y conservatorios profesionales y superiores, “que puso a España en el mapa donde no ha existido en la segunda mitad del siglo XX”. “Es evidente que cuando se invierte en algo y se nutre el talento, da buenos resultados. La enseñanza musical es muy cara y tenemos que hacer lo posible para que llegue a todos. Faltan nuevos planes y nuevas inversiones”, asume. Puedes leer el reportaje completo en este enlace.

Paco Morales. Director del Coro de Gospel en Monzón

El Coro de Gospel en Monzón surgió de la idea de hacer “algo diferente”. Hace seis años, comenzaron acudiendo nueve personas, las suficientes para formar un grupo así. A día de hoy, son 40 más la banda que los acompaña. Paco Morales, director del Coro, asegura que este tipo de música tiene una utilidad terapéutica “impensable”. “Lo que más me gusta es que la gente viene de trabajar y desconecta mientras canta. Salen de la rutina y se concentran en algo distinto que les gusta. Esa noche se van a casa cantando y pensando en las canciones que hemos practicado. Les permite descansar mejor”, añade.

Un bajo, una guitarra eléctrica, un teclado y una batería son suficientes para hacer sonar la música soul que interpretan. La pandemia les cortó las alas, ya que no podían ensayar. Se las apañaron organizando clases online. “Lo que no me esperaba era que al poder volver al escenario hubiese cola. Todos querían volver a cantar. La ilusión de los cantantes de la Gospel han hecho que saliese adelante otra vez”, explica. En ese sentido, espera “poco a poco” volver a programar conciertos, este año solo han hecho dos, porque “moralmente te afecta”.