El Archivo de la Diócesis de Barbastro-Monzón conserva obras de don Julio Broto Salamero. El Archivo encargó a Sara Escuer, musicóloga profesional, catalogar su obra polifónica, en total 127 piezas muy variadas. De ellas, la más antigua, un villancico de 1950 y la más reciente, el salmo 95 fechado en 2008. 

Gracias a este trabajo, este conjunto se encuentra disponible para todo el mundo en el Inventario Internacional de Fuentes Musicales (RISM). Formar parte de este archivo tiene como objetivo documentar exhaustivamente las fuentes musicales que se conservan en todo el mundo. “Se trata de la mayor organización en fuentes musicales y la única entidad que opera de manera global para documentarlas”, aclara Margarita Rodríguez Alisal, archivera. Por tanto, la obra de Julio Broto está al alcance de cualquier músico o investigador que lo solicite.

Además, las partituras se encuentran en óptimas condiciones de luz, temperatura y humedad que evitan su deterioro. Unas circunstancias harto complicadas de replicar fuera de un archivo.

El Archivo conserva también otro tesoro: la correspondencia entre los hermanos. “Julio y Joaquín Broto mantuvieron una relación postal muy fluida y don Julio le consultaba muchos temas, sobre todo, vinculados con la música”. Su sobrina-nieta, Merche Oliván, ratifica el cariño y la admiración que Julio profesaba por Joaquín “le consultaba todo”.

En cuanto a su obra, don Julio se atrevió con una amplia variedad de composiciones. En música profana cuenta con títulos como la composición acuática con motivo de la inauguración de la fuente de la plaza Aragón, El rodaballo, Capricho vasco o la canción humorística Tipi Tape. Por otro lado, la sacra: cantatas, misas, sonatas, órgano….

La Coral siempre presenta una de sus obras en los conciertos. Una de las más utilizadas, el Panis Angelicus y villancicos. De  Semana Santa interpretaron Las siete palabras. Sin embargo, su duración y complejidad no se ajusta a la actual Coral que necesitaría más voces para poderla interpretar con toda su exigencia.

Cabe destacar obras con motivo de la beatificación de los Misioneros. El Canto a don Florentino Asensio y la Jaculatoria al Pelé. Asimismo, explica su director,  César Salinas: “Utilizamos arreglos que él realizó para adaptarlos a la polifonía, como el Cerca de ti de Haendel”.