El Parlamento Europeo ha ratificado la segunda reforma de la Política Agrícola Común (PAC) más profunda de la historia. Aumenta las medidas medioambientales y da más responsabilidad a los gobiernos en el reparto de ayudas al campo. El Pleno ha dado el visto bueno para el quinquenio 2023-2027. Este paso acaba tres años y medio de negociaciones entre las instituciones de la UE, con la pandemia y la emergencia climática de fondo, así como una acuciante crisis global por el alza de las materias primas.
La reglamentación ratificada el pasado martes entrará en vigor en 2023. Debido a que en estos momentos se aplica un reglamento transitorio de dos años. La PAC afecta a diez millones de empresas agrícolas de la UE. En total, son 695.000 beneficiarios españoles y la política contará con un presupuesto de 386.000 millones de euros, de los que 47.724 millones caerán en España.
Novedades
Entre las novedades principales, la PAC introduce los llamados “eco-esquemas” o pagos. Estos supondrán un 25% de las ayudas directas, otorgadas a prácticas beneficiosas para el medio ambiente. Sobre todo, son innovadores los planes estratégicos nacionales con los que los países diseñarán el reparto de las ayudas. Los cuales deberán ser remitidos a la Comisión Europea (CE) antes del 31 de diciembre.
Claves
Eco-esquemas. Un 25% de las ayudas directas otorgadas a prácticas beneficiosas para el medio ambiente
Gobiernos. Ahora es el turno de los Estados de aplicar adecuadamente esta política
Negociación. El gobierno de España se encuentra en reuniones con las organizaciones agrarias
Los ponentes y eurodiputados de todos los grupos políticos, entre ellos los españoles, remarcaron que ahora la pelota está en el tejado de los Gobiernos. Serán, pues, los Estados los encargados de conseguir una aplicación adecuada de esta política.
En España, el Gobierno discute con las comunidades autónomas el plan estratégico. Se trata de una negociación que transcurre con muchas tiranteces y discrepancias. Además, la ratificación de la PAC coincide con la convocatoria de manifestaciones por parte de las organizaciones agrarias españolas, por la crisis de rentabilidad y el alza de costes.
En las últimas fases de la reforma ha transcendido más la llamada ‘arquitectura verde’ de la PAC. Pero la normativa aprobada por la Eurocámara incluye novedades interesantes en la gestión de los mercados. Como la prórroga del sistema de autorizaciones administrativas y el etiquetado en el caso del vino o la posibilidad de “autorregular” la oferta en un sector, en caso de crisis, como ya se permite en el ámbito lácteo.
También supone la extensión a otros sectores de medidas que ya se aplican en frutas y hortalizas para fomentar la comercialización. Entre las asignaturas pendientes de la PAC, quedan la simplificación y, según la eurodiputada española Clara Aguilera (PSOE), la vigilancia de las importaciones que entran en condiciones desiguales.