José Luis Nunes Gomes nació en Venezuela, pero ejerce como sacerdote de la Diócesis Barbastro-Monzón desde hace seis años. En este 2023, regresa a su país natal para celebrar estas fechas tan especiales. “La Navidad en Venezuela resulta la época más feliz del año. Unas fechas mucho más divertidas que en España”, confiesa.
De esta festividad en Venezuela destaca muchos aspectos, pero sobre todo, las Misas de Aguinaldo. “Se trata de la Novena de Navidad. Nueve misas en total que se celebran del 16 al 24 de diciembre, a las cinco de la mañana. Las iglesias están repletas de gente porque son unos días muy significativos para preparar la Navidad en la alegría. Después de la eucaristía, se organiza un pica-pica en la plaza. Se trata de un momento muy bonito porque la gente se queda compartiendo la comida y después se van a trabajar”. Relacionado con esto, están los cantos de aguinaldo. “Se parecen a los villancicos españoles, pero en Venezuela son cantos más alegres, con tambores… Además, tocan durante las Misas de Aguinaldo, por lo que se convierten en una fiesta”, confiesa.
En este país las familias y amigos también celebran Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes. “El 24 y 31 son días más familiares, mientras que el 25 y 1 se abre más a los amigos. Respecto al Día de los Reyes Magos, se organizan colectas de regalos para los niños enfermos de los hospitales. Y acuden los Reyes Magos con las familias de los niños a repartirlos”, explica.
La gastronomía también adquiere su importancia. Dentro de los platos salados típicos encontramos la Hallaca y el pan de jamón. El primero consiste en un tamal relleno con un guiso de carne y el segundo, como su nombre indica, en un pan relleno de jamón y aceitunas. La nota dulce la añade el dulce de lechosa, elaborado con papaya.
El 31 de diciembre también tienen sus costumbres. “En Venezuela también se comen las uvas y realizan tradiciones como salir a la calle con una maleta. Antiguamente, las mujeres usaban ropa interior amarilla para atraer a la buena suerte. En ocasiones no encontrabas ni una sola braga amarilla. Pero creo que ya no existe mucha tradición de esto”, recuerda riendo.
Nunes confiesa que la Navidad en España y Venezuela son muy distintas, “pero porque los países en general lo son. Allí se vive la fe con más alegría. Una misa de domingo se convierte en una fiesta. La gente canta, aplaude, abarrota las iglesias… Lo mismo sucede con la celebración de una fiesta cualquiera. En España la gente acude para comer, hablar y compartir tiempo. En Venezuela acuden a la fiesta para bailar, cantar y festejar. Por este motivo la vida cotidiana se traslada a la liturgia”, concluye.