Llega enero y con él, el grupo de teatro de aficionados Detodounpoco se sube al escenario del Centro de Congresos de Barbastro. En este caso con la obra Todo incluido que firma Ángela Martínez.

A usted nunca le ha gustado desvelar la trama, ahora tampoco se lo voy a pedir.

Me gusta mantener la sorpresa. Aunque, en esta ocasión, con ese título y el diseño del cartel creo que  no había mucho lugar a dudas. Eso sí, ya confirmé que no se trataba de un musical sino de números cómicos.

¿Volveremos a ver la obra? 

Estamos trabajando con la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Barbastro para encontrar una fecha hacia el mes de junio y volverla a representar. En la próxima ocasión la entrada será solidaria. Si sale, estaremos encantados de volver al Centro de Congresos.

Llegó al teatro sin buscarlo.

En 2009, en Navidad, varios compañeros del Hospital, hicieron un pase disfrazados por las plantas para entretener. Al año siguiente, 2010, quisieron repetir la idea y yo, no sé muy bien el motivo, propuse representar una obra de teatro. Preparé una adaptación de un texto de Rafael Mendizábal y se estrenó en el salón de actos del Hospital. Sobre todo, queríamos que los acompañantes y el personal del centro pasara un buen rato. Me basta con que la gente salga contenta de la función.

Y continuaron sólo en el Hospital hasta que Dirección de Enfermería los da a  conocer.

A través del servicio de prensa de la Diputación General, en 2015, salimos en los medios de comunicación. Y, a partir de ese fecha, además de actuar en el Hospital, lo comenzamos a hacer fuera. Sobre todo a estrenar en el Centro de Congresos. Para que esto fuera posible, debo decir que siempre, desde el primer día hemos contado con el apoyo del Ayuntamiento. Además, también llevamos los montajes a otras poblaciones. De hecho, en marzo acudiremos a La Muela con La Bella y la Bestia.

‘El rey León’ supuso su primer musical y obtuvo un éxito rotundo.

Yo no soy de repetir, pero El rey León lo he visto tres veces. Cuando regresé de Madrid la primera vez, se lo propuse al grupo Detodounpoco. Pero dijeron que no, que era demasiado, imposible… La segunda vez que lo vi, al regresar yo ya estaba decidida. No me cabían dudas de que lo quería hacer. Y, esa vez, me respaldaron.  

Suponía un trabajo de vestuario y decorado ingente y cantar con sonido pregrabado.

En ese momento contábamos con un equipo óptimo para abordar esas cuestiones, sabían de costura de atrezzo. Y ante todo, el compromiso de la gente. El grupo resulta primordial, sin ellos, nada saldría. Tanto entonces como ahora formamos un equipo variopinto, diverso y comprometido. Y el playback tampoco es nada fácil. Esta obra la hemos representado 23 veces. Así que nos animamos también con La Bella y la Bestia.

Las edades de los integrantes varían. Vemos dos niñas de 11 años y una adolescente. Sin embargo, el teatro casi se ha borrado de las aulas y extraescolares al menos en Barbastro.

Pues yo estaría encantada de promover alguna pequeña obra en los colegios. El teatro ofrece un gran aprendizaje. Y no sólo a los niños. Te ayuda a hablar en público, a vocalizar, a memorizar y también, y no menos importante, a respetar. A respetar el guion escrito, a respetar los turnos de palabra, a guardar silencio. Y a formar parte de un grupo en el que todos trabajan con el mismo objetivo. Además, si alguien llegara a algo sus orígenes siempre estarían aquí, ¡menudo orgullo!

Usted, además se ha formado.

Mi vida laboral ha sido la enfermería pero si ahora fuera joven… no sé. Me apasiona lo que sucede detrás de una obra de teatro. De hecho, cursé el grado de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos en el instituto Martínez Vargas y realicé las prácticas en el Centro de Congresos. Aprendí muchísimo. Cuando veía cómo trabajaban el montaje, la luz, el sonido… Ahora veo la obra desde el momento cero y aunque no soy experta en nada voy aprendiendo.

Lleva casi un año jubilada.

Me encanta estar retirada para dedicarle más tiempo al teatro. Me exige y me encanta. Emocionalmente también me da mucho. Pienso en los tiempos del covid, la muerte, la soledad. Los meses más terribles que ha vivido el Hospital y cómo el teatro representaba una válvula de escape maravillosa.