El nuevo prior de la cofradía del Santísimo Sacramento, conocida también como la Minerva, Ángel Solana, señala que desempeñará su labor con «un gran orgullo y una gran responsabilidad», el año que celebran el 460 aniversario del hermandad. De las más antiguas de Barbastro, organiza el Corpus Christi aunque al igual que el año pasado, no podrá pasear por las calles de la ciudad por segundo año consecutivo.
A pesar de ser de los más jóvenes de la congregación, es la segunda vez que Solana ocupa este cargo. «Para mí es una ilusión, aunque con mucho pesar por la situación sanitaria que obliga a recortar e incluso suspender algunos actos», indica. En su labor, que sustituye a Enrique Albert, deberá representar la cofradía, informar de novedades, organizar y coordinar los actos de la misma. Cada año se renuevan estos puestos. Quien entra como nuevo prior, el pasado año litúrgico fue el bolsero, la persona más cercana a él para coger experiencia.
Cofradía centenaria
Esta cofradía se erigió a raíz de una bula, localizada en los archivos diocesanos y restaurada, del Papa Pío IV en el año 1561 en la entonces colegiata de Santa María de la Asunción, hoy en día la Catedral de Barbastro. Desde entonces y salvo un parón por la Guerra Civil en el que desapareció una gran parte de su patrimonio artístico y documental, han desarrollado sus actividades de manera continua y constante. El 26 de mayo de 1948 se retomó el ejercicio, hubo una reunión de los miembros y se redactaron las nuevas actas.
Los tres actos fundamentales en los que participa, son cuando sale públicamente el Santo Sacramento. «Organizamos la procesión del Corpus Christi y salimos con el templete abriendo paso al sacerdote con la ostia consagrada en la custodia, el Jueves Santo acompañamos por la tarde-noche al Santísimo al monumento de su iglesia tras los oficios y el tercer domingo de cada mes, después de la misa ordinaria, hacemos una pequeña procesión dentro de la Catedral. Esto es casi exclusivo de nosotros, se remonta muchos años atrás», enumera Solana. En definitiva, como su propio nombre indica, el principal objetivo de la cofradía es acompañar, orar y hacer culto público del Santísimo.
La Minerva
Durante el siglo XVI empezaba a haber ciertas herejías que ponían en duda la divinidad del cuerpo de Cristo. Es decir, que durante la comunión no lo tomases verdaderamente. A raíz del Concilio de Trento, se recomendó potenciar la adoración al Santísimo y prestar una especial atención a esta actividad de oración. Es por ello que se erigió una cofradía dedicada al Sagrado Sacramento. Popularmente, es conocida como de la Minerva.
La historia de este nombre se debe a que la primera cofradía del Sagrado Sacramento se creó en Roma en 1539. La fundación se llevó a cabo en la iglesia Santa María sobre Minerva, actualmente considerada la única de estilo gótico en la capital italiana. Antes de estar este templo católico, existía en el mismo lugar un templo romano dedicado a la diosa Minerva. Al instituir aquí la primera cofradía, hay una costumbre popular de llamar de la Minerva en vez de Santísimo Sacramento a la congregación.
“Intentamos mantener viva nuestra tradición tan antigua”
Ángel SolanaPrior de la Minerva
«Intentamos mantener viva nuestra tradición tan antigua aunque tampoco tenemos una actividad pública mucho mayor. No somos penitenciales. Estamos vinculados al Santo Sacramento. Cuando sale a la calle le acompañamos porque al final son pocos momentos al año. Nuestra misión no es salir en procesiones, cada cofradía tiene su advocación. Nosotros en la adoración», destaca Solana. En Aragón solo hay cuatro; una en Huesca, en Barbastro, dos en Teruel, Cantavieja y Muniesa; una en Zaragoza, en Sádaba.
El 19 de junio de 2019 se aprobaron nuevos estatutos de la congregación. Un proceso de adaptación tanto al código canónico como la legislación vigente. Entre otras cosas, se especifica la participación de ambos sexos en los cargos donde las mujeres podrán ser cofrades o hermanas. Nunca estuvo prohibida expresamente su participación aunque tradicionalmente solo han tenido acceso de forma herereditaria los hombres a los doce cargos alternos.