Cualquiera que viva, o haya vivido, fuera de su pueblo o ciudad natal conoce la sensación cuando se encuentra con alguien relacionado con sus orígenes. Una mezcla de ilusión, morriña y muchas ganas de poner en común. Todo esto flotaba en el ambiente este miércoles en un restaurante de Madrid, en donde más de 80 barbastrenses en la diáspora se reunieron para compartir una distendida comida y muchas, muchas conversaciones.
No es la primera vez que ocurre y no pasa por casualidad. La iniciativa parte de David Lafuente y comenzó siendo una reunión de seis, diez personas. En 2001, rememora, cuando fue a estudiar a Madrid, “mi abuela me habló de un tal José Antonio Escudero, barbastrense ilustre y eminencia en el mundo del derecho. Le bastó decirle que era de Barbastro para que, desde entonces, se convirtiera en mi confesor y padrino perenne”.
Lafuente subraya de estos encuentros “las relaciones personales, que toman valor en un mundo tan impersonal donde todo es inmediatez y redes sociales”. Y eso, toda una red de relaciones personales es lo que ha conseguido con estas citas que han pasado de esa decena de barbastrenses en Madrid a los más de 80 que este miércoles se citaron en un restaurante de la plaza España.
En esta ocasión, además, estuvieron acompañados por una comitiva llegada de Barbastro. Comitiva en la que se encontraba el alcalde, Fernando Torres, acompañado de la primera teniente de alcalde, Blanca Galindo, y del concejal de Urbanismo, Lorenzo Borruel que, a su vez, acompañaba a su padre Luis. También el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, y un nutrido grupo de empresarios de diversos sectores que han extendido sus negocios a la capital.
A las primeras reuniones se fueron sumando “ilustres como el cantante Antonio Latorre, el referente en derecho internacional Manolo Ollé, la directora del 20 Minutos Encarna Samitier, el exministro Luis Cosculluela, el secretario general del BBVA Domingo Armengol…”, cita Lafuente, entre otros muchos. Antes de la pandemia ya sumaban casi una treintena. “Este año se han roto las estadísticas”, añade.
Una veteranía que se rejuvenece con nuevos asistentes. Algunos haciendo sus primeros pinitos profesionales, otros todavía completando su formación.
El encuentro
Una bandera de la Peña Amigos del Coso (aportación del sastre Luis Borruel), unas pañoletas conmemorativas del encuentro (encargadas por el propio Lafuente), pegatinas y bolígrafos del Ayuntamiento de Barbastro, bufandas de los partidos de la UD Barbastro contra el Almería y el Barcelona en la pasada Copa del Rey (gentileza del presidente del club barbastrense, Rafa Torres) y unas bolsas de tela de El Cruzado Aragonés. Todo este merchandasing formó parte de esta cita en el que la soprano Pilar Jurado, que este sábado actúa en el Centro de Congresos, interpretó una de sus canciones.
Y charla, mucha charla entre vinos del Somontano (aportados por las bodegas Enate, Sommos, Viñas del Vero, Pirineos y Monte Odina) y una comida tipo cóctel para compartir un sentimiento: ser de Barbastro. El orgullo con el que los asistentes llevan por bandera su origen no se queda en una mera anécdota para reunirse con sus compatriotas. Los presentes coincidían en que, siempre que pueden, resaltan su lugar de nacimiento.
José Antonio Escudero resaltaba que “aunque uno esté fuera, se siente muy afincado en Barbastro. Barbastro tiene un tirón especial”. Entre los jóvenes, Andrea Espuña, quien calificaba de “honor” el poder juntarse con los barbastrenses. “Es una oportunidad para ver que Barbastro está en todos los lugares”, indicaba y añadía: “Lo bonito también es conocer a gente que apenas te sonaba y ver que tenemos un montón en común”.
Paula Alás subrayaba también que este encuentro permite “ver que Barbastro está en todas las esferas. Nos juntamos estudiantes con lo más grande de este país en literatura, política, juzgados, en todos los ámbitos”. El joven David Pueyo añadía que “lo importante es que hay un sentimiento que nos une y estemos donde estemos, nos juntamos”.
Otro de los veteranos, Antonio Latorre, calificaba esta cita “algo fuera de serie”. “Tiene un valor enorme, con la presencia de autoridades, del alcalde, del obispo y de El Cruzado. Y con la soprano Pilar Jurado, que nos ha cantado a capella uno de los pasajes operísticos más difíciles. Barbastro, una vez más, ha brillado en Madrid”, añadía antes de concluir que el valor se posaba en la reunión intergeneracional. “Nos juntamos los más mayores con los hijos y nietos de amigos nuestros”, apuntaba.
José Luis Mur Vidaller se mostraba “sorprendido” en su segunda cita con estos encuentros de barbastrenses en Madrid. Sorpresa “por el ambiente” y “satisfacción” por el “encontrar a cantidad de personas que conocía, recordando momentos como mi paso por la UD Barbastro”.
Rondando los 25 años en Madrid están José Luis Sanvicente (Westinghouse) y el inspector de policía David Castillo. Ambos acudían este miércoles al encuentro por segunda vez y se mostraban alegres por poder compartir estos momentos con barbastrenses.
“Es un orgullo ver cuantísimos estamos aquí y cómo enarbolamos el espíritu de Barbastro”, resalta Aída Ribalta (Joyerías Suárez). Su marido, Antonio Blázquez, hablaba de “ilusión” por poder vivir un encuentro como este, primero desde la barrera de los medios de comunicación, ahora como vecino de Madrid.
Orgullosos
David Lafuente tomó la palabra para repasar los asistentes al encuentro. Una lista exhaustiva que sirvió también para “actualizar” los currículos de unos cuantos. Por ejemplo, el de David Sampietro, que ha dejado su puesto en la OTAN en Bruselas para formar parte de la empresa McDonalds. O el del magistrado Jesús Broto, que ha entrado recientemente a formar parte de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, y el obispo de la Diócesis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, cerraron el turno de intervenciones, antes de que la soprano Pilar Jurado actuara brevemente. Torres destacó que estaba invitado ya en 2020, cuando la pandemia trastocó tantos planes. “Me siento súper orgullosos de estar aquí”, manifestó y alabó “el palmarés espectacular” ahí reunido. El obispo felicitó la Pascua a todos los ahí reunidos y les dio las gracias “por ser como sois” tras recordarles, en forma de reto, que “tenemos que restaurar la Catedral”.