“El Plan Director de la Catedral de Barbastro ha cumplido 25 años y no se ha hecho nada”. Las palabras de María Puértolas, subdirectora del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón son categóricas. Y es que ya urge intervenir en el templo de la Asunción que sufre, principalmente, de humedades. Una actuación que deberá acometerse por fases para afrontar las necesidades del templo declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.
“Cada vez hay más goteras y más importantes”, describe Puértolas, quien participó esta semana en una reunión con el Gobierno de Aragón para exponer el estado de la Catedral de Barbastro y recabar el apoyo del Ejecutivo Autónomo. Así, se citaron en Zaragoza el alcalde de Barbastro, Fernando Torres, y la teniente de alcalde, Blanca Galindo, con la consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández. Por parte del Obispado, además de Puértolas, acudió la ecónoma, Marta Calavera.
La comitiva barbastrense regresó satisfecha a casa. Puértolas lo hizo con buenas sensaciones y espera recabar, no solo el apoyo del Gobierno de Aragón y del propio Ayuntamiento, que ya han mostrado su disposición. También el de la Diputación Provincial de Huesca, sin olvidar al Gobierno de España, de donde podrían llegar los fondos del 1’5 por ciento cultural que se destina de las obras que emprende el Ministerio de Transportes y Movilidad.
Desde el Consistorio, informaron de la reunión en Zaragoza en redes sociales. El objetivo fue “transmitir a la consejera la situación y buscar la sensibilidad e involucración del Gobierno de Aragón como una de las instituciones potencialmente llamadas a participar en el proyecto”, indicaron.
Un Plan Director de la Catedral de Barbastro de 1999
Corría el mes de abril de 1999 cuando se finalizó el Plan Director de la Catedral de Barbastro. Un documento firmado por el arquitecto Joaquín Naval en el que se invirtieron ocho millones de pesetas y que contemplaba más de 946 millones para rehabilitación de este Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.
El texto sigue teniendo vigencia y señala los problemas de drenaje de aguas desde la cubierta (relacionadas con las humedades que sufre el templo).
Desde aquel lejano 1999 se han realizado acciones, impulsadas por el Cabildo de la Catedral y el Obispado, pero no una rehabilitación integral que solucione aquellos problemas que hoy se han agravado. La hemeroteca de El Cruzado ha ido recogiendo estos trabajos. En octubre de 1998, alumnos de un curso de restauración de piedra intervinieron en la mejora de la fachada este de la Catedral, en la plaza Palacio. También a través de las prácticas de la escuela-taller La Carrasca se repusieron sillares afectados por la erosión en el muro norte del templo.
Mientras, varias veces se instó en los foros públicos a promover los contactos necesarios para conseguir la ayuda para rehabilitar la Catedral. Hubo mociones en Cortes de Aragón y también en el Ayuntamiento de Barbastro. La última en 2018, cuando se pedía al Gobierno de Aragón que actualizara el Plan Director. Un trabajo que ahora ya se está llevando a cabo para conocer la cuantía necesaria que se debe invertir.