Los últimos titulares de prensa han apuntado la cantidad de plazas sin cubrir para los médicos residentes (MIR) en la especialidad de Medicina familiar y comunitaria. De más de 2.000 quedaron 479 en toda España; 22 en Aragón.
Aunque desde diversos colectivos se apuntó que se trata de la especialidad con más plazas ofertadas, la cifra no deja de constituir un nuevo reflejo de la situación de un sector, el sanitario, en el que se acumulan los problemas. Y más en territorios como en el que vivimos, con una población pequeña y muy dispersa.
Problemas que, cabe recordar, no son exclusivos de este territorio y que se derivan de un sistema que data de la Transición y que, quizás, habría que revisar.
En febrero, el Gobierno de Aragón optó por probar una nueva fórmula para cubrir la falta de especialistas en el Hospital de Barbastro: oncólogos de Zaragoza acudirían a este centro a atender a todos los pacientes que lo necesiten.
Parece que la fórmula, ya aplicada en hospitales como el de Alcañiz, lleva camino de extenderse a otras especialidades. Esta semana, el Gobierno de Aragón ha anunciado sendos pliegos para afrontar las abultadas listas de espera en Traumatología y rehabilitación. Precisamente dos especialidades a la que ya apuntó entonces el gerente del sector, Luis Canalejo.
¿En qué queda el Hospital de Barbastro? ¿Debemos conformarnos con que los pacientes sean atendidos en este centro, aunque el especialista llegue de otro hospital y no tenga su plaza aquí? La respuesta obvia pasaría por el ideal de que Barbastro contara con tantos especialistas como, mínimo, el San Jorge de Huesca. Ahora bien, cabe preguntarse por una solución alternativa si dichos médicos no quieren venir a un hospital periférico.
Carecemos de capacidad para dar respuesta a estas cuestiones. Pero antes de optar por la demagogia y acusar a nadie de recortes habrá que analizar todas las soluciones posibles. Y si alguien dispone de la fórmula que se debe aplicar para que Barbastro siga ofreciendo todas sus especialidades, sin vacantes y sin problemas para cubrirlas, todos estaremos encantados de escucharla y de exigir que sea una realidad.
