El pueblo de Fonz retrocedió el pasado viernes y sábado varios años en la historia para celebrar la XVI Feria del Renacimiento. La plaza Mayor, calles y los edificios más monumentales se transformaron en un aula abierta a todo el público donde se ha impartido clases de arte y de historia sobre el Renacimiento, época que hizo brillar a la localidad a lo largo del siglo XVI.
Numerosos asistentes secundaron la propuesta organizada por el Ayuntamiento foncense, en colaboración de Comarca, Diputación Provincial de Huesca y Gobierno de Aragón, y que ha cumplido su XVI edición.
La Feria del Renacimiento comenzó en la noche del viernes con un concurrido concierto del grupo camerista Ensemble XXI. Un grupo cuyas obras están inspiradas en antiguas leyendas y en la fascinación por la naturaleza y que recrearon “un ambiente onírico, salpicado de incursiones en la mítica Irlanda”, que tanto atrae a su director, el compositor José Antonio Chic.
Tras su actuación llegó uno de los actos más esperados de esta celebración y que se representaba por primera vez: un videomapping sobre la fachada de la iglesia parroquial de la Asunción, consagrada en 1617. El espectáculo de luces y colores permitió recrear la construcción de un templo pionero en la incorporación del arte y arquitectura renacentista y reponer algunos elementos y esculturas desaparecidas en la Guerra Civil.
El sábado continuó la XVI Feria del Renacimiento
La jornada del sábado comenzó con la inauguración del mercado artesanal en el que alrededor de una treintena de vendedores ofertaban sus productos. También se podían visitar a los distintos espacios donde se han realizado recreaciones sobre las armas utilizadas por el ejército, la vestimenta, la danza, o la vida cotidiana. Asimismo se mostraron dos de los iconos de la época, el antiguo palacio de los obispos de Lérida, que a día de hoy acoge al ayuntamiento, y la iglesia parroquial.
La alcaldesa de Fonz, María Clusa, junto a la Corporación municipal; el presidente de la Comarca, José María Civia; la diputada provincial María José Vicente; la diputada nacional, Begoña Nasarre, así como alcaldes y concejales de poblaciones cercanas conocieron cada detalle de la Plaza que ha vuelto al siglo XVI gracias al trabajo de vecinos y asociaciones recreacionistas de Jousting Iberia de Monzón, Histórica Vestimentum de Caspe, Octava Milla de Utebo, entre otros amantes de la historia llegados de Zaragoza, Barbastro o Lérida.
Por la tarde continuó la animación con más propuestas dinámicas como un museo viviente y visita guiada al campamento con recreación histórica en la que se mostraron oficios, labores y actividades propias del Renacimiento (telar egipcio, paleografía histórica, vestuario, jabón, armas y armaduras).
Así como una ruta interpretativa por el casco antiguo con recreación histórica por calles, plazas, palacios y monumentos -algunos desaparecidos- por el casco antiguo y un taller con recreación sobre la infantería de los tercios españoles, uno de los ejércitos más poderosos de Europa en el siglo XVI, frente a la Fuente.
La música volvió a sonar por partida triple con la actuación de las corales Foncense y de Binéfar en la iglesia, mientras que el grupo Deva Soul Band bajó el telón con una actuación en la Pllaza acompañada de longaniza asada.
Potenciar el turismo
La Feria del Renacimiento regresó con vigor a Fonz tras dos años, ya que en 2023 el Ayuntamiento decidió celebrar un evento similar en la localidad de Cofita, denominado Militari Templi, ambientado en la encomienda templaria que dominó la ribera del Cinca entre los siglos XII y XIII.
La alcaldesa María Clusa realizaba un “estupendo balance” y destaca “las muchísimas ganas con las que ha vuelto la gente a esta feria. Hemos tenido muchísimos visitantes participando en los pasacalles o en las recreaciones de los siglos XV y XVI. Retomamos esta feria con muchas ganas y agradecemos a los participantes, a los puestos y a los visitantes el entusiasmo con el que han regresado”.
El historiador foncense Darío Español, de HP Lab, uno de los responsables de la Feria del Renacimiento, se mostraba satisfecho por el éxito de esta edición y por la aceptación que han tenido las propuestas didácticas. “Hemos visto la plaza llena y eso es un gusto. Este año hemos apostado por realizar más actividades de difusión cultural y la gente está respondiendo muy bien. Contamos con una parte más lúdica pero también aprovechamos el patrimonio para ponerlo en valor y explicarlo para su disfrute. Con ello conseguimos generar a lo largo de todo el año un flujo de turismo”.
