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Arturo Carvajal retoma el reto “16 cimas con diabetes”

Junto a Carlos Portolés, subieron Torrecerredo y Torreblanca, las cimas más altas de Cantabria, Asturias y Castilla y León

Carvajal paralizó su reto personal tras una lesión en el tendón de Aquiles. Fotografía: S,E,
Jorge Mazón García Mazón García
25 junio 2024

El barbastrense Arturo Carvajal ha reanudado su proyecto “16 cimas con diabetes” tras una prolongada pausa debido a una lesión en el tendón de Aquiles. Esta lesión lo mantuvo apartado del deporte durante varios meses. Este fin de semana, Carvajal volvió a la montaña acompañado de Carlos Portolés para ascender Torrecerredo y Torreblanca, las cimas más altas de Cantabria, Asturias y Castilla y León, con alturas de 2.650 metros y 2.617 metros respectivamente.

El primer día de la expedición, Carvajal y Portolés realizaron una aproximación de 15 kilómetros y 1.500 metros de desnivel positivo para acercarse a los picos. La jornada se vio afectada por un error en el medidor continuo de glucosa de Carvajal, aunque el problema se resolvió posteriormente. A pesar del contratiempo, ambos montañistas tuvieron la fortuna de disfrutar del sol en los Picos de Europa.

Ascensión a Torrecerredo

La mañana del segundo día comenzó con lluvia, complicando la ascensión a Torrecerredo. Esta subida exigía una gran concentración y prudencia debido al terreno mojado, la baja visibilidad y las numerosas trepadas necesarias para alcanzar y descender de la cima. “En un primer momento decidimos dejar para el día siguiente el pico Torreblanca y ascenderlo desde otra zona porque el collado por el que queríamos acceder no vimos desde lejos por donde atacarlo de manera segura”, explica Carvajal.

Tras esta decisión, descendieron hasta el refugio de Urriellu. Sin mucho tiempo para deliberar, decidieron intentar la ascensión desde allí, lo que implicaba sumar varios kilómetros a la ruta original. “Estábamos fuertes de piernas para intentarlo y había parado de llover”, comenta Carvajal. La subida a Torreblanca resultó ser algo más sencilla, aunque también requirió el uso de las manos en algunos tramos. En cuanto al control de la glucosa, Carvajal mantuvo niveles estables a lo largo de toda la ruta, consumiendo hidratos de carbono cada hora para evitar descompensaciones. De esta manera, lograron completar una jornada de más de 30 kilómetros y 2.370 metros de desnivel positivo.

“La satisfacción de completar estas ascensiones después de la lesión ha sido enorme”, admite Carvajal.

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