Kike Rausell no continuará en las filas de la UD Barbastro esta temporada. El capitán se despidió del club a través de las redes sociales tras conocer la decisión del club de no renovarle. De esta manera, el barbastrense, canterano del club y capitán durante la época más gloriosa de la institución, se ha acercado a El Cruzado Aragonés para hacer balance de su trayectoria durante estas dos últimas temporadas.

De canterano a capitán del primer equipo…

Lo he vivido con mucho orgullo porque al final he sido un chico que se ha formado en la cantera. Es cierto que tuve que desplazarme por mi bien profesional y deportivo, pero siempre tenía en la cabeza volver a la que consideraba mi casa, porque jugar en el club que te ha visto crecer es algo único.

¿Cómo se gestó su llegada al club rojiblanco hace dos temporadas?

Hacía varias temporadas que había contacto, pero fue principalmente gracias a Rafa Torres, Javier Irigoyen y José Luis Torres porque insistieron en mi vuelta a Barbastro. Además, lo acompañaron ofertándome una labor de coordinación del fútbol base que personalmente me llamaba porque es a lo que me dedico profesionalmente y eso es lo que me llevó a volver y de lo que no me arrepiento para nada.

¿Cuál es el momento que se le queda grabado en la memoria?

Uno de los momentos más bonitos ha sido el ascenso a Segunda RFEF, pero no me puedo olvidar del día de Copa del Rey contra el FC Barcelona. Creo que ha sido lo más bonito de mi carrera deportiva poder vivir algo así en tu casa, en tu ciudad, con mi gente en la grada y dejando el listón muy alto. Sin ninguna duda, me quedo con ese momento.

¿Cómo ha sido el apoyo de sus seres queridos al acompañarle en este periodo?

Sentían mucho orgullo. Me han demostrado siempre, pero quizás ahora que las cosas van mejor, y cuando iban peor, siempre han estado allí. Han sentido mucho orgullo por mí. Me han visto disfrutar, crecer y pasarlo mal. Entonces creo que tengo mucho que agradecerles porque son una pieza vital en mi vida.

¿Qué se siente al haber sido uno de los mejores capitanes de la historia reciente del club?

Creo que al final no nos podemos olvidar tampoco de Perso, que ha sido un capitán ejemplar. Me ha tocado llevar el brazalete con muchísimo orgullo. Creo que el brazalete es más que jugar un partido, es representar a tu ciudad, representar a tu equipo y creo que personalmente lo he intentado llevar de la mejor manera y con el mayor respeto. En ese sentido, estoy muy orgulloso de haber podido representar a mi ciudad con un cargo como el de capitán de la UD Barbastro.

¿Le queda alguna espina clavada?

Sí que es verdad que he vivido dos temporadas muy buenas a nivel grupal y personal, pero me quedo un poco con la espinita de haber sufrido varias lesiones que no solía tener. Sabiendo que esto es fútbol y que a veces hay condicionantes que no puedes controlar, tengo espinitas de haber podido jugar más o haber podido ayudar más al equipo, pero al final, el fútbol tiene cosas buenas y malas, pero no nos podemos quejar porque hemos disfrutado mucho.

¿Cómo ha vivido la salida del club?

La salida no ha sido fácil. Siempre va a resultar difícil que no vayan a contar contigo la siguiente temporada. Es una opinión totalmente respetable. Esto es fútbol y cuando acaba una temporada nunca saber lo que depara la siguiente. Sin embargo, estando en casa, resulta un poco más difícil de lo que hubiese sido en otro sitio. También me ha ayudado a ver a la gente que tengo alrededor y que me quiere. Entonces esto es pasajero. Estoy agradecido al club y a Dani Martínez, que creo que es un gran entrenador que va a hacer muchas cosas buenas para el Barbastro.

¿Cuál es el futuro de Kike Rausell a partir de ahora?

Al final, lo que tengo claro es que tengo muchas ganas de seguir jugando. He acabado con mucha ilusión y compromiso con el fútbol, y pienso que es mi profesión. A nivel profesional, creo que es algo de lo que puedo seguir disfrutando y me queda cuerda para rato.

¿Algún mensaje a la afición barbastrense?

Sobre todo darles las gracias. Me he sentido muy arropado por la afición. Me gusta hacer hincapié en los niños porque creo que se ha creado una ilusión en Barbastro que no se había visto nunca. Yo como barbastrense y canterano siempre he intentado devolverles ese cariño que he recibido.