Este próximo sábado, 6 de julio, la familia de Vicente Muzás Cama, nacido en la localidad de El Grado en 1913, instalará un stolperstein (cuya traducción sería “piedra en el camino que puede hacer tropezar”) en memoria de este gradense que padeció la represión del nazismo. El reconocimiento consistirá en la instalación de un adoquín y tendrá lugar a las 12 horas en la calle Mayor, enfrente de “Casa Champlana”, donde nació Muzás.
Este homenaje forma parte del Proyecto Stolpersteine, una iniciativa del artista alemán Gunter Demnig que nace en 1996 en Europa y que constituye el mayor memorial descentralizado en reconocimiento a las víctimas del nazismo.
Hasta el año 2023 se han instalado más de 100.000 stolpersteine en 29 países. Cada uno de estos adoquines, de 96x96x100 mm, se encuentra grabado con información de la víctima y se instala en la calle frente al que fue su domicilio. De esa manera, interpela al viandante y rescata la identidad de una de las millones de personas que fueron perseguidas por el régimen nazi entre los años 1933 y 1945.
Un precepto del Talmud judío reza que “una persona solo se olvida si se olvida su nombre” y por este se rige el proyecto y conforma también el hilo conductor de este reconocimiento en El Grado.
¿Quién era Vicente Muzás?
Vicente Muzás Cama nació en El Grado el 19 de junio de 1913 y allí vivió su infancia y su juventud hasta que se trasladó a Barcelona a trabajar como comerciante.
Con el estallido de la Guerra Civil española se alistó como voluntario en el ejército republicano con el que se exilió a Francia en febrero de 1939. Allí, lo internaron en los campos del sur hasta incorporarse en las Compañías de Trabajadores Extranjeros.
Después de la ocupación alemana de Francia, participó en la resistencia contra el nazismo. Por esta razón, en 1942 lo detuvieron y encarcelaron en las prisiones de Toulouse y los campos de concentración de Noé y Le Vernet.
En el verano de 1944 se decreta el cierre del campo y la deportación de todos sus prisioneros a Alemania. Es así como confinaron a los presos de este campo y a otros en un último convoy conocido hoy como el Tren Fantasma. Gracias a un bombardeo, alrededor de 150 prisioneros lograron escaparse de este tren. Entre ellos, Muzás.
Tras ello, se sumó de nuevo a las acciones de la resistencia. Con el fin de la guerra, Muzás regresó a España donde unos meses después lo encarcelaron durante 13 años.
