La edición del Festival Sahara Colour Rice de este año 2024 logró recaudar más de una tonelada de arroz y lápices de colores que se enviarán a los campamentos de refugiados saharauis. Debido a la previsión de lluvias, la organización decidió unos días antes cambiar la ubicación del Festival al local social o al colegio de Campo.
Finalmente, la lluvia hizo acto de presencia, pero no evitó que la mayoría de sus actividades se desarrollaran con normalidad. Además, los vecinos de Campo y alrededores no dudaron en acudir y apoyar la causa solidaria.
La mañana del Sahara Colour Rice 2024
La jornada empezó con una sesión de yoga que contó con más de una veintena de participantes y con un descenso en rafting a cargo de la empresa Agualate, que lograron llenar más de cinco balsas. Más tarde, llegó el turno de las actividades infantiles en el patio del colegio Cerbín.
La primera charla estuvo a cargo de Samuel González, de la organización del festival, y de Ruth Franco, presidenta de la asociación Alouda. En ella, explicaron os orígenes defectivas y su evolución con el paso de los años, cómo colaboran estas dos entidades y el trabajo que hacen en loscampamentos de refugiados y su situación actual.
A su vez, en la charla se hizo uno de los anuncios más importantes de esta edición: la voluntad de celebrar un festival de poesía saharaui en los mismos campamentos. Una labor que desde la organización confiesan que saben que “no será fácil, pero esperamos lograr con el apoyo de Alouda”.
Tras la charla, comenzó la sesión vermut y el concurso de paellas, en la que se apuntaron 22 cuadrillas y 300 personas y estuvo amenizado por las mezclas de los Gourmeet Brothers, así como la sesión de sobremesa.
Comienza la tarde
Ya por la tarde tuvo lugar el pintacaras infantil y la segunda charla del festival, que trataba sobre la atención psicológica que se hace en los campamentos de refugiados. La conferencia corrió a cargo de la doctora Marta GUarch-Rubio y la participación telefónica de la directora del departamento de salud mental del ministerio de Salud de los campamentos saharauis, Dumaa Mohamed.
Paralelamente, durante toda la jornada se podían visitar varias exposiciones fotográficas sobre el día a día en estos campamentos de refugiados. También se habilitaron varias food-trucks y puntos de venta con las camisetas de recuerdo de la edición de este año del festival, así como libros sobre la situación del SaharaOccidental y productos de artesanía gentileza de Alouda, además de pulseras y demás objetos decorativos hechos a mano por los estudiantes del colegio Cerbín.
Y llegó la noche…
Las charlas dieron paso a los conciertos y el folk oscense de El Verbo Odiado se encargó de dar los primeros acordes para levantar al público. Después, llegó el turno de Komando Komare y su flamenco, que con sus melodías y ritmos alegres despertaron el duende a más de uno.
Con la llegada de la medianoche llegó el turno de las rimas de Rapsusklei, todo un referente del rap aragonés que volvía al festival tras haber participado en ediciones pasadas, al igual que los Komando Komare.
Las últimas actuaciones corrieron a cargo de Dj Ladyfunk, que recientemente fue nombrada la mejor dj de todo Aragón y demostró el porqué de este reconocimiento, mientras que DJ Fuster se encargó de “pinchar” las últimas canciones para cerrar el telón de esta edición.
La organización del festival confiesa sentirse satisfechos por la edición de este año y le agradecen su ayuda a todos los voluntarios y a todas aquellas personas que de una forma u otra hayan hecho posible la realización de este festival. Por último, animan a aquellos que lo deseen a celebrar con ellos la decimoquinta edición del festival el año que viene, “¡que esperemos sea sin lluvias!”, concluyen.
