El albergue municipal de Fraga y los alojamientos Clara Campoamor han atendido a 161 personas desde que en mayo comenzó la campaña frutícola de 2024. Recientemente el Ayuntamiento de Fraga, los Servicios Sociales de la Comarca del Bajo/Baix Cinca y Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón se han reunido para hablar sobre el trabajo que están realizando en conjunto. Una labor cuyo fin es ofrecer vivienda a los temporeros en situación regular que llegan a trabajar a la zona.
En esta reunión, como novedad, se ha ajustado el tiempo de permanencia en los alojamientos de Clara Campoamor. Hasta ahora, las personas con trabajo podían permanecer hasta siete días y las personas en búsqueda de empleo, hasta tres. A partir de ahora, los temporeros con empleo podrán estar hasta tres semanas y los que no, hasta un máximo de siete días.
Además, han querido resaltar que se está haciendo “una enorme labor” desde las tres entidades y que, aunque las personas en situación irregular no tengan acceso a este recurso habitacional destinado a temporeros, son igualmente atendidas por los Servicios Sociales de la Comarca y diferentes entidades como Cáritas, Cruz Blanca y Cruz Roja, en conformidad con los protocolos de actuación establecidos.
A través de estos protocolos, las personas en situación irregular tienen acceso a información, orientación y asesoramiento, y apoyo en alimentos, ropa y otras ayudas que se valoran en función de las necesidades individuales que se plantean.
Aumento del volumen de temporeros
En esta temporada frutícola ha aumentado el volumen de personas que ha llegado a la capital bajocinqueña para trabajar, situándose en valores similares a los veranos anteriores a la pandemia, cuando no existía ningún tipo de recurso habitacional para estas personas.
Este incremento de la población que ha migrado a la zona se debe a que las buenas condiciones climatológicas han hecho que la producción se encuentre en niveles máximos, a diferencia de los últimos años cuando se produjeron importantes mermas debido a las heladas. Como consecuencia, ha aumentado la necesidad de mano de obra y el trabajo que se está realizando en los alojamientos de Clara Campoamor también.
