Llega finales del mes de julio y toca prepararse. Las entradas a alguno de los espectáculos, una de las codiciadas plazas en una cata y quedar con los amigos o la familia para coger un buen sitio en la muestra gastronómica para disfrutar de la compañía, deliciosas tapas y probar uno de esos vinos del Somontano que aún no había caído en nuestra copa. Todo preparado para comenzar a vivir una nueva edición del Festival Vino Somontano, la del 2024. El comercio lo nota y así lo traslada a la Denominación de Origen: se renueva vestuario y calzado y ha llegado el momento oportuno para sanear la melena y lucir un nuevo peinado.
Con 22 ediciones a la espalda, llega este 2024 la número 23. Una trayectoria que da cierta tranquilidad a la DO Somontano a la hora de afrontar la organización, con números de los que pocos de los asistentes toman conciencia: 24 restaurantes, 4.000 sillas, 700 mesas, camareros, personal de limpieza y de seguridad, apoyo en el Centro de Congresos para los espectáculos. “En total, sin contar el personal de los restaurantes, la DO mueve a unas 200 personas”, contabiliza Eli Río, directora de Comunicación del Consejo Regulador del Somontano.
Lo más complicado, la muestra gastronómica, el alma del Festival Vino Somontano y su germen. “Necesita un programa complementario potente, con una programación que arranca a las seis de la tarde, dejando las mañanas libres para las actividades en las bodegas”, explica Río.
La organización del Festival del Vino Somontano 2024
Los espectáculos que conforman parte del programa del festival corren a cargo de un promotor, Planeta Fama. “Se trata de un trabajo de todo el año y la dificultad se encuentra en que muchos espectáculos están de vacaciones en agosto”, relata Eli Río. En cualquier caso, el promotor conoce el nivel de exigencia de la DO Somontano y realiza una selección a la que el pleno del Consejo Regulado termina dando el visto bueno. “Depende de la disponibilidad, pero también del presupuesto. Son espectáculos de calidad”, añade.
Calidad que también ha aumentado con los años en la oferta de la muestra gastronómica. “Facilitamos unos criterios a los restaurantes, con prioridad a quienes tienen una puerta abierta y, por supuesto, que sirvan vinos del Somontano”, relata la periodista. Además, se exige que oferten un mínimo de tres tapas, a la vez que se busca la excelencia. “Por eso pusimos en marcha en 2014 el concurso de tapas y la figura de la tapa especial”, desvela Río. La demanda de restaurantes ha superado este año la oferta de 24 espacios. “Primero contamos con los de la edición anterior y si no, buscamos a quien cubra los huecos”, indica la directora de Comunicación de la DO Somontano.
Trabajos desde mayo
El rodaje de una veintena de ediciones conlleva cierta tranquilidad por conocer los trámites que se deben seguir para montar un festival como este. “La logística comienza en mayo: permisos para reservar el Centro de Congresos y el recinto ferial, hablar con los restaurantes y las bodegas…”.
Los 80 camareros que contribuyen a que la muestra gastronómica salga adelante son casi fijos. “Es un personal bastante estable, con quienes estamos contentos, los volvemos a llamar y si quedan plazas, tiramos de currículos que nos dejan en las oficinas para seleccionar los que falten”, detalla Eli Río.
En el montaje, se torna imprescindible la aportación en servicios del Ayuntamiento. Además de la colaboración de la Policía Local para la seguridad y de los espacios donde se celebra el festival, el Ayuntamiento pone a disposición de la DO Somontano las mesas y sillas de la muestra. “Se trata de un apoyo esencial. La contrapartida, la promoción que el festival hace del territorio, con unas 40.000 personas en cuatro días”, indica. Unas cifras a las que habría que sumar lo no que no se cuantifica. ¿Quién no invita a alguien a su casa en estos días para disfrutar del Festival Vino Somontano?