Ahora y siempre
Ángel Pérez Pueyo Obispo de Barbastro
Ahora y siempre

Participación y compromiso

Ángel Pérez Pueyo Obispo de Barbastro
22 septiembre 2024

En la reestructuración pastoral diocesana destaca el papel central de los laicos en la vida de la Iglesia y debido a su compromiso bautismal. Frente a la realidad de una disminución progresiva de vocaciones sacerdotales y un clero envejecido, la corresponsabilidad laical ha emergido como un pilar fundamental para garantizar la misión evangelizadora y la atención pastoral en todas las comunidades.

Este enfoque ha permitido optimizar los recursos e implicar a los laicos para que asuman un rol activo y consciente en la misión de la Iglesia. La participación laical se ha fortalecido en diversas áreas clave. En primer lugar, en la catequesis, donde los laicos han asumido la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones en la fe asegurando la continuidad de la vida cristiana en las familias y comunidades.

Además, han jugado un papel esencial en la pastoral social, atendiendo a los más vulnerables y promoviendo la justicia y la solidaridad en la sociedad. Esta labor ha sido particularmente relevante en un contexto marcado por el aumento de la pobreza, la inmigración y el envejecimiento de la población.

Iniciativas como Cáritas y la pastoral de la salud han adquirido una nueva vitalidad con laicos comprometidos que, no sólo ofrecen su tiempo y recursos, sino que también promueven una cultura de acogida y acompañamiento en sus comunidades. La atención a los inmigrantes, los enfermos y los ancianos ha sido una prioridad.

En el ámbito litúrgico, los animadores de la comunidad han asumido responsabilidades en la animación de las celebraciones en pueblos pequeños, donde no podría llegar habitualmente el sacerdote, asegurando la celebración de la Palabra y llevando la comunión a los enfermos y ancianos. El deseo pastoral es que las celebraciones sean vivas, participativas y profundamente significativas para todos los asistentes. Está siendo un aspecto central de la reestructuración pastoral, posibilitando que las celebraciones litúrgicas sean un verdadero encuentro con el Señor, accesible y comprensible para todos los fieles.

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