Hace apenas unos años los patinetes eléctricos aparecieron en la sociedad española, sobre todo en las ciudades. Cada vez son más los usuarios que optan por este medio de transporte, sobre todo los más jóvenes. Y Barbastro no se queda atrás, ya que se pueden ver a varios vecinos utilizándolos.
Pablo Marín es uno de estos. “Comencé a desplazarme en patinete porque se trata de un medio más económico… Seguramente podría comprarme un coche, pero no mantenerlo”, explica. Una afirmación que cobra verdad ya que “una vez que adquieres el patinete, solo necesitas cargarlo y, por ejemplo, si se te rompe o pincha una rueda, te la pueden cambiar por solo 15 euros”, añade. Además, afirma que cuenta con algunos beneficios, “como desplazarme más rápido o entrar donde sea con él”.
Este transporte irrumpió tan rápido que las normativas todavía se encuentran actualizándose. “No la conozco, pero imagino que debemos cumplir unas reglas similares que las bicicletas o los coches. Si dispones de carril bici, debemos ir por allí, como en Zaragoza. Y si no, por la carretera”, explica.
Marín no lleva casco porque no le gusta, pero cree que “sería necesario. Considero que la gente no es lo suficientemente consciente de lo que puede llegar a pasar y no lo lleva, pero se trata de nuestra seguridad”, declara.
A su vez, comenta que carece de seguro, pero reflexiona que si algún día tiene un accidente, “aportar el dinero de tu bolsillo debe ser un problema”. Por último, declara que “si no quieren que molestemos a los coches, en Barbastro debería existir más zona de carril bici”, aunque admite que los coches los respetan.