Si la semana pasada os hablaba de los órganos de gobierno unipersonales de nuestra diócesis, esta semana quiero detallar cuáles son los órganos colegiados. Todos ellos, formados por más de tres personas, asesoran en diversas cuestiones al Obispo, que ostenta la presidencia de todos ellos.
Consejo Diocesano de Pastoral. Este consejo asesora al Obispo en la planificación y desarrollo de la pastoral diocesana. Está compuesto por representantes del clero, la vida consagrada y los laicos, y su función es evaluar las necesidades pastorales de la Diócesis, proponer iniciativas de evangelización y promover la acción caritativa y litúrgica.
Comisión Permanente. Grupo reducido del Consejo que asegura la ejecución continua de las decisiones y propuestas pastorales, reuniéndose con mayor frecuencia, el segundo jueves de cada mes, para dar seguimiento a los proyectos en curso.
Consejo de Presbiterio. Este órgano consultivo está compuesto por sacerdotes que colaboran con el Obispo en la toma de decisiones relacionadas con la vida y ministerio del clero diocesano. Trata temas como la formación permanente, las condiciones de vida de los sacerdotes y la promoción de la fraternidad sacerdotal.
Consejo de Consultores. Compuesto por sacerdotes designados por el Obispo, este consejo tiene una función consultiva en decisiones importantes de gobierno diocesano, especialmente en cuestiones relacionadas con la administración de la Diócesis y en situaciones extraordinarias, como la sede vacante.
Consejo de Asuntos Económicos. Este consejo asesora al Obispo en la administración de los bienes de la Diócesis, asegurando una gestión transparente y eficiente de los recursos económicos y patrimoniales. Supervisa el presupuesto diocesano y propone medidas para mejorar la autosuficiencia económica, garantizando que los fondos se utilicen de manera responsable para apoyar la misión pastoral y social de la Diócesis.
