Sobrarbe trabaja en un programa europeo para fomentar el arraigo al territorio de la juventud. La Comarca de Sobrarbe participa, junto al departamento de Hautes Pyrénées, en un programa europeo Erasmus+ destinado a los jóvenes de territorios rurales. “Eco”, que asís e llama el proyecto transfronterizo, busca favorecer el arraigo en el medio rural y el bienestar de los jóvenes del territorio. El fin último es evitar el riesgo de despoblación. En definitiva, se trata de fomentar la ciudadanía participativa y el emprendimiento juvenil, incluida su vertiente social.
Ambos territorios, Sobrarbe y Hautes Pyrénées, presentan una gran dispersión poblacional y un alto envejecimiento poblacional. Para desarrollar este programa se cuenta con las áreas de juventud de ambos territorios y la coordinación de Urdimbre Social. Esta, como organización de interés social, aportará dos líneas de intervención: la intervención socioeducativa y la intervención en el ámbito socio comunitario.
Eco: Programa europeo para fomentar el arraigo al territorio de la juventud
“Eco” está dirigido a jóvenes de entre 14 y 18 años. Durante el próximo año se va a trabajar con un grupo de unos 15 jóvenes de cada territorio. Las actividades girarán en torno al bienestar emocional, a través de mesas redondas, formaciones… También se realizarán dos encuentros, uno en Sobrarbe y otro en Francia. El final del programa será un viaje a Bruselas para que los jóvenes conozcan de primera mano la sede europea. Asimismo, presentarán el trabajo realizado por estos jóvenes españoles y franceses a lo largo de un año.
Gracias a la labor que se realice a lo largo el año con estos dos grupos y al material con el cuentan las áreas de juventud de ambas instituciones, se creará un banco digital de recursos. Y, sobre todo, se pretende que el proyecto pueda ampliarse. Así, busca contar con el apoyo de familias y otros sectores, como el educativo, para crear una res de trabajo intergeneracional.
Así se trabajará frente a los desafíos de estos territorios. Aquí cabe nombrar la distancia y falta de opciones educativas, la dispersión poblacional o la falta de actividades culturales y recreativas. Esto puede llevar a un sentimiento de aislamiento entre los jóvenes. Así como una pérdida de conexión con su patrimonio e identidad cultural.