Arropada por familiares y amigos, Pilar Clau presentó en el Espacio del Vino de la DO Somontano en Barbastro su segundo poemario: Estar viva. El libro, editado por Olifante, ya se encuentra en librerías y recoge una nueva colección de poemas que escribió a partir de conocer que se publicaría su primer recopilatorio, Mujer de otoño, en el año 2021. “Solo hay un poema anterior, Paseo nocturno“, explica la autora originaria de Laluenga.

Clau reconoce que Estar viva refleja su “yo más íntimo”. Se trata de “un camino interior para intentar trascender, para buscar lo común con el resto de los humanos”. Un conjunto de poemas que construyen “un camino que me ayuda a vivir mejor, a ser mejor persona y a compartir con los demás”, redunda.

El accidente de tráfico que sufrió vuelve a surgir en sus creaciones. “Cuando te enfrentas a situaciones importantes que te transforman, sobre todo una adversidad, y tocas fondo, desde abajo, necesitas ayuda. Ayuda exterior, pero también interior, la fuerza que tenemos y que debemos sacar en ese momento: es el impulso de vivir, de vivir la vida completa”, explica.

Y para ello, prosigue, ha optado por “no seguir los surcos, las huellas de los demás, del contexto sociocultural”, sino por crear los suyos, “otras huellas que puedan seguir los demás. Esto da unidad al poemario”.

Desde los orígenes

Cuando Pilar Clau se expresa en forma de poema no piensa en que se publicará. “Cuando crees que ya has completado el recorrido, entonces pienso en poner un orden, en crear las partes del libro”, explica. Partes como el pasado, bajo el título Pretérito imperfecto, en el que “retrocedo hasta mis orígenes, a mis padres”, cuenta. Contratiempo conforma otro bloque. “En mi caso, el accidente, el rescate de mi familia, pero también la poesía y el sentido del humor”, resume. De ahí a Aquí y ahora, los poemas que reflejan “la necesidad de vivir el presente”, para concluir con Estrellas, nubes, que recogen esa necesidad de transcender.

Un trascender que ya ha conseguido con Estar viva. Clau relata una anécdota vivida en la presentación del libro en la ciudad de Zaragoza: “Se me acercó una enfermera, que apenas había salido a la venta y ya lo había leído. Me pidió poner cada día, en la puerta de consulta, un poema. Lo que más me puede llenar: ayudar a los demás, es el objetivo de este libro, que sirva para que otros puedan vivir mejor”.