El primer editorial de El Cruzado de 2024 se tituló 41.000 euros para inversiones. Se acababan de aprobar los presupuestos de Barbastro y esa era la cantidad consignada para emprender proyectos. Una cantidad que generó dudas, en la oposición y en esta redacción, sobre las posibilidades de que se pusieran en marcha iniciativas largamente anunciadas.
Afortunadamente, se cumplieron las previsiones del equipo de gobierno y consiguieron incorporar remanentes hasta completar una cantidad nada desdeñable de proyectos finalizados y ya adjudicados: 7’15 millones de euros.
Esta semana que viene está previsto que el pleno municipal dé luz verde a los presupuestos de 2025, los más altos de la historia de Barbastro (otra vez), con 20’47 millones de euros. Y lo que llama la atención, además de que este año las inversiones superan los 2’3 millones de euros, pasa por el Área de Bienestar Social. Es la segunda en presupuesto, superando los tres millones, solo por detrás de Servicios. No resulta extraño, por tanto, que la concejal de Vox presumiera de los “presupuestos más sociales de la historia de la ciudad”.
De aquí cabe, quizás, sacar una conclusión. En política, como en casi todo en la vida, no se puede tirar de maniqueísmo y simplismo. Yo, bueno; tú, malo. Yo atiendo a los más necesitados, tú recortas en servicios sociales. Yo gestiono fantásticamente, tú derrochas.
Eslóganes de partido que impiden valorar con precisión el trabajo diario de muchos políticos, de todos los colores, en los más diversos ayuntamientos. ¿Acaso alguien, basándose en ellos, se imaginaba que un área como Bienestar Social llegaría a ser la segunda mejor dotada en Barbastro?
Ahora, por supuesto, solo queda que pase el año y se puedan confirmar las previsiones. Puesto que un presupuesto supone eso, prever lo que se va a hacer durante un período determinado. Ojalá, esos tres millones de euros lleguen a su destino y Barbastro sea mejor este 2025 en todo lo que tenga que ver con el área social.