La mañana de este domingo en el Municipal de los Deportes de Barbastro presenció un duelo entre la Peña Ferranca y el Quinto. Con un marcador final de 0-1, los locales no lograron hacerse con los tres puntos en un encuentro donde las oportunidades escasearon y la precisión fue determinante.
El balón comenzó a rodar a las 11 horas, un horario inusual para el equipo local, pero necesario para que ambos conjuntos contaran con suficientes jugadores. El público fue ocupando las gradas progresivamente, alcanzando un aforo habitual para este tipo de citas. Enfrentarse al líder de la clasificación suponía un reto considerable, y desde los primeros compases quedó claro que los locales adoptaron una postura cautelosa, tanteando a un rival que no daba tregua.
El equilibrio inicial quedó patente en el terreno de juego, donde ninguno de los equipos lograba imponerse claramente. La primera ocasión clara llegó en el minuto 19, cuando Hugo Fernández ejecutó un disparo directo que rozó el palo, generando un suspiro colectivo entre los asistentes. Sin embargo, el desarrollo del encuentro se mantuvo trabado, con el balón disputado mayoritariamente en el centro del campo.
La ausencia de profundidad en las jugadas pesó en la dinámica de los ferranqueros, quienes se vieron obligados a intentar suerte desde fuera del área. En una de esas aproximaciones, un centro de Iker Jordán sembró el caos en el área pequeña del Quinto, pero ningún compañero logró aprovechar el rebote, llevando el partido al descanso sin cambios en el marcador.
Segunda parte del Peña Ferranca – Quinto
El segundo tiempo arrancó sin grandes variaciones. La Ferranca, algo más imprecisa, comenzaba a ceder terreno. Fue en el minuto 72 cuando llegó el único gol del encuentro: un centro lateral del Quinto no pudo ser despejado con claridad, y Arel Ostariz aprovechó el balón suelto en el área para batir a Lacambra.
Los minutos finales estuvieron marcados por interrupciones constantes, con el colegiado sancionando faltas y enfriando el ritmo del juego. Aunque la Ferranca buscó generar peligro, las ocasiones fueron escasas. En el 86, Pablo Buil estuvo cerca de igualar con un tiro de falta que pasó rozando la escuadra, pero el marcador no se movió.
Con el pitido final, quedó sellada una derrota que deja a los ferranqueros sin recompensa y con la sensación de haber dejado escapar una oportunidad clave de sumar tres nuevos puntos.