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Manolo Garrido Al levantar la vista
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Comunicar esperanza

Manolo Garrido Al levantar la vista
03 febrero 2025

Comunicar esperanza podría ser mi resumen de los recientes días pasados en Roma para asistir con un numeroso grupo de comunicadores al Jubileo 2025. Entre ellos, delegados de comunicación de las diócesis, UCIPE (Unión Católica de Informadores y Periodistas de España), medios de comunicación y un buen grupo de jóvenes del Master de la Fundación COPE.

El programa incluyó la peregrinación hasta San Pedro hasta atravesar la Puerta Santa, una audiencia con el Papa, un encuentro en la Sala Stampa de la Santa Sede, una recepción en la Embajada, la misa jubilar en San Juan de Letrán, una sesión con periodistas especializados en la información vaticana y la misa del domingo con el Papa.

Aún por digerir tantos mensajes, hay varios puntos muy útiles para el trabajo periodístico, que el papa piensa que es “indispensable para poner en el centro de la comunicación la responsabilidad personal y colectiva”. Hay muchas ganas e ilusión en los profesionales para hacer las cosas bien, para llevar ilusión y esperanza en las informaciones.

En la noche del martes pude asistir al preestreno de Septiembre 5, una película muy recomendable, sobre los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, cuando el equipo de periodistas deportivos estadounidenses de la ABC que cubrían los juegos se vieron de repente obligados a cubrir la crisis de los rehenes de los atletas israelíes secuestrados por un grupo terrorista. Hay un debate sobre la responsabilidad de los informadores, que se plantean cómo una retransmisión en directo de un acto terrorista puede afectar a posibles víctimas y sus familias, así como entorpecer los intentos de solución con los secuestradores.

Me parece una película vibrante, rápida, con un fondo ético que obliga a reflexionar sobre las consecuencias de querer llegar el primero caiga quien caiga, poniendo la velocidad por delante de la verdad. Las prisas y la precipitación dejan paso a la reflexión, al no todo vale cuando están en juego valores muy importantes. Y le veo relación con los mensajes oídos estos días en Roma.

El Jubileo de la comunicación incide en la responsabilidad de los comunicadores. Recomiendo leer el Mensaje para la 59 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Ahí se subrayan la esperanza, la visión positiva de las personas y de las cosas, la determinación por cambiar, influir y transformar. Ante tanta desinformación y polarización, con unos pocos que controlan muchos datos e informaciones, el Mensaje pide no generar “miedo y desesperación, prejuicio y rencor, fanatismo e incluso odio”.

Y aunque es aplicable a todos los ámbitos, a la vida de cada uno de nosotros en su ambiente, “muchas veces se usa la palabra como un puñal”, dice el Papa, que rechaza las “informaciones falsas o deformadas hábilmente para lanzar mensajes destinados a incitar los ánimos, a provocar, a herir”. Y pide “desarmar” la comunicación, “purificarla de la agresividad”, sin buscar enemigos.

Es una llamada para que todos comuniquemos esperanza, y con ella visión positiva y constructiva, denunciando con base cuando sea necesario. Trabajando por una comunicación que no venda ilusiones o temores, sino que sea capaz de dar razones para esperar, como destaca el Año Jubilar protagonizado por la esperanza.

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