El pasado martes 25 de febrero, Lidia Beneded Fillat, nacida en El Grado, sopló las velas de sus cien años de vida. La fiesta familiar tendrá lugar el sábado 1 de marzo en su localidad natal.
¿Cómo preparan ese día?
Lo primero, asistir a la misa que será a las 12 horas en la iglesia de El Grado. Ahí recibí los sacramentos, ahí me casé, se bautizaron mis hijas y hasta algún nieto ha hecho la comunión. Y después, iremos todos a comer a Tres Caminos. Mis hijas se han encargado de prepararlo… igual hay sorpresas, pero no me lo han dicho todo.
Se casó muy joven.
Con Joaquín Larramona Senz de Bacamorta y que en paz descanse. Tuvimos cuatro hijas. Una de ellas, María Jesús, ya está en el cielo. Juntos trabajamos mucho y en diferentes cosas. Por ejemplo, llevaba la central de teléfonos durante las obras de construcción del pantano de El Grado y de Torreciudad. También llevamos el bar. Además, mi marido era cartero y al mismo tiempo teníamos vehículos de trasporte de viajeros para los trabajadores de Enher, que iban a turnos, y también para colegios.
He tenido en la vida alegrías y tristezas como todo el mundo y he tenido que ver muchas cosas, muchas.
¿Cómo es su vida?
Muy normal. Por la mañana veo la misa en la televisión todos los días porque la fe me ayuda mucho. Casi puedo decir que me he criado en la iglesia porque mi abuelo era sacristán y mi padre tocaba las campanas y llevaba el reloj de la torre de la iglesia y yo aprendí ambas tareas. La lectura me gusta y no me olvido de que fuimos de los primeros en El Grado en suscribirnos a El Cruzado. Somos de toda la vida de este periódico.
Usted sale de casa
Sí. Una vez a la semana voy a la Cruz Roja. Ahí me lo paso muy bien haciendo tareas y deberes y por la tarde acudo al Hogar de Mayores a jugar a las cartas. Antes, al bingo, pero lo he dejado, ya que algunas compañeras están en el cielo.
También he viajado bastante por España con las amigas porque enviudé pronto y he subido muchas veces al Balneario de Las Vilas del Turbón.
Y, ¿hay nietos y bisnietos?
Nietos, nueve. Y una en el cielo también y biznietos, ocho más una que está en camino y nacerá en marzo y ya serán nueve. Y ahora, vivo el día a día hasta que Dios me llame…