Después de un parón de varios meses por una lesión que lo ha mantenido alejado del campo, Javier Rausell, emblema de la Peña Ferranca durante once temporadas, volvió a los terrenos de juego este último fin de semana y lo hizo marcando un gol. Un regreso esperado tanto por él como por la afición, que celebra su vuelta.

¿Cómo se define?

Me llamo Javier, tengo 32 años para 33 y juego en la Peña Ferranca. Estudié en Barbastro, luego cursé la carrera de INEF en Huesca, y terminé decantándome por la rama de gestión administrativa de deporte. Acabé trabajando durante varios años en el Ayuntamiento de Monzón y luego en una empresa de recursos humanos, desligándome del mundo del deporte en lo profesional. Actualmente, continúo en Monzón.

¿Cuáles son sus hobbies?

Ahora dispongo de menos tiempo libre, pero me gusta ir al gimnasio. También disfruto mucho viendo el fútbol, dado que soy culé. Además, como en mayo me caso, también estoy con preparativos de boda. Tengo una vida muy normal.

¿Su mejor recuerdo deportivo?

Destaco el último año de juvenil, cuando fiché por la UD Montecarlo. Tuve la oportunidad de vivir la experiencia de jugar en Paterna, la ciudad deportiva del Valencia, o de jugar contra equipos como el Villarreal o el Elche. También, el siguiente año, cuando recalé en la UD Barbastro al acabar la etapa de juvenil con muchas ganas. Durante el primer año en Tercera, metí ocho goles y viví una gran temporada. De la misma manera, el último año con la Ferranca, en el que logré dieciocho tantos.

¿Y destaca alguno negativo?

En mi segundo año con la UD Barbastro, cuando tenía 20 años, comencé a sufrir por la pubalgia. Estuve lesionado casi todo el año. Ha sido una lesión que he arrastrado toda mi carrera. En muchos momentos, a medida que maduraba, me he planteado si valía la pena continuar porque generaba malestar y limitaba la vida. Además, luego llegó la lesión de mi rodilla. Nunca he tenido problemas con ella, sin embargo todo cambió en el último partido que jugué en el Municipal de Barbastro. De la misma manera, destacaría el “no ascenso” en Alcorisa, que supuso un golpe duro para el equipo porque teníamos ganas y opciones. Al final se ascendió, pero quizás no de la manera que nos hubiese gustado celebrar.

¿Destacaría a alguna persona en su carrera deportiva?

Destacaría a Cristian Abad, que me entrenó en la UD Barbastro cuando acabé mi etapa de juvenil. Él me concedió la oportunidad tener minutos en Tercera División con apenas 18 años. Por otro lado, también destacaría a Chicote cuando me fichó para la Ferranca y a otras tantas personas como Albert, Josemi… Por supuesto, también mi familia, que siempre ha vivido el fútbol de cerca, hasta tal punto que el hermano de mi abuela, José Antonio Zaldúa, jugó en el FC Barcelona y en la selección española, por eso tenemos una vena culé.

¿Algún ritual antes de los partidos?

No soy muy maniático. Es cierto que me fijo en otras personas, como mi hermano o mi padre que tienen más manías, pero pero yo no. Sin embargo, sí tengo costumbres típicas como controlar la alimentación antes del partido o el café antes de jugar para activarte.

Sufrió una importante lesión

En un principio, me dijeron que parecía una lesión de menisco y pensaba que se trataría solo de un par de meses. Sin embargo, al recibir los resultados de la resonancia, se trataba de una rotura mayor, en la que el menisco se me rajó de lado a lado. La noticia positiva consistió en que no se requería quitarlo entero porque lo podían coser, pero la lesión suponía un periodo de recuperación de cuatro a seis meses. Me quedé sin palabras. Cuando me lo comunicaron, ya ni me molestaba y pasé el verano sin opera

¿Y el proceso de recuperación?

El proceso de recuperación ha sido positivo, y he adelantado los plazos. Me dijeron de cuatro a seis meses, y cuándo llevaba cinco ya podía correr y jugar. El médico me dio el alta, pero como no me corría prisa, me lo tomé con más calma para fortalecerme en el gimnasio. Llevo un mes entrenando con el equipo y aún noto alguna molestia, pero es normal hasta que me ponga a tono físicamente. Estoy muy contento con la recuperación.

Regresó hace poco a los terrenos de juego

Ha sido una sensación rara porque, por un lado, tenía muchas ganas de volver mientras que, por «Tras tantos años de carrera, no podía acabar mi trayectoria con una lesión» El jugador ferranquero regresó al terreno de juego el pasado fin de semana tras superar una larga baja por lesión de menisco y se reencontró con el gol Javier Rausell Uno de los capitanes de la Peña Ferranca el otro, cuando uno tiene cierta edad, le cuesta ir a entrenar. No me he planteado acabar mi carrera seriamente, pero sí veo que soy de los más mayores de la plantilla. Sin embargo, pensé que tras tantos años de carrera no podía acabarla lesionado y esta idea me ha ayudado a motivarme. Muchas veces me han dicho que me tenía que retirar, pero yo contestaba que no lo quería hacer de esta manera.

¿Cómo ve al equipo esta temporada?

Antes de la temporada pensaba que teníamos un buen equipo caracterizado por su juventud, pero temía el gran nivel con el que cuenta la Regional Preferente. Al ascender como ascendimos, el club tenía firmados los fichajes y la preparación para un proyecto en Primera Regional. Sin embargo, cuando nos comunican el ascenso, los jugadores más jóvenes dieron un paso adelante y se notó. Pese a que los veteranos como Nano y Trallero se retiraron, continuaron Cristian, Carlos o Aitor, y se ha conseguido formar un gran grupo.

¿Cómo ve el volver a pelear por el puesto en el once?

Se trata de un reto para mí y para ellos. Cuando hay más competencia, todos nos esforzamos más. Me decían que como tengo mucha experiencia, pronto recuperaría el sitio, pero la realidad no tiene nada que ver porque todos nos debemos ganar el puesto. Al final, no porque tenga 32 años y lleve once temporadas en la Ferranca tengo que jugar sí o sí. La gente joven como Lucas, Bubli, Jover o Lanny van a otro ritmo diferente al mío. Los veteranos compensamos esas características con otras como la experiencia.

¿Qué planes tiene con el club?

Ahora mismo, mi intención pasa por continuar un año más y luego, ya se verá. Cuando llegas a estas edades, uno quiere ir paso a paso mirando el futuro y compaginando varias cosas a la vez.