Cuando llega septiembre son los niños y niñas quienes acaparan los focos. Sin embargo, existen otras personas que vuelven a las aulas con la misma ilusión que los más pequeños. Las personas mayores también reciben una nueva oportunidad para formarse. Después de un año complicado, los centros de educación de adultos (CPEPA) se han adaptado a la situación para que sus alumnos y alumnas regresen con normalidad a las aulas. El curso pasado fue complicado para las personas de riesgo o con movilidad reducida, pero este año las matrículas están incrementándose.
Explica Ana Nerín, directora del CPEPA Somontano que, «aunque depende de la materia, la mitad de los asistentes tiene más de 50 años y el 70% son mujeres». En horario de tarde, en el Instituto Hermanos Argensola ofrecen un amplio abanico educativo dividido en dos bloques. Formación inicial, Educación Secundaria para personas adultas (ESPA), acceso a pruebas de Formación Profesional de forma semipresencial y a distancia. También enseñan inglés, francés y español como lengua nueva. En esta última, el año pasado se llegaron a concentrar alumnos y alumnas de hasta 22 nacionalidades diferentes.
También cursos de promoción y extensión educativa (memoria e informática). Además, tienen un aula en Cáritas y en la Comarca para atender a las localidades aledañas. Aunque no llegan a niveles previos a la pandemia, para este curso esperan incrementar matrículas con respecto al curso pasado, donde se lllegó a 433 personas y 563, ya que una persona puede acceder a varias materias. «Hemos notado la necesidad de la introducción a la alfabetización digital e informática», añade Nerín.
Oferta similar
En la Ribagorza, la oferta del centro de educación de adultos es igual de amplia y similar, tanto en Graus como en Benabarre y Castejón de Sos. La oferta mantiene el certificado de profesionalidad de Geriatría, ampliado con el de hostelería. La directora, Jaione Irisarri, reconoce que la demanda ha aumentado en los cursos relacionados con la tecnología. «De momento tenemos 330 matriculados y llegaremos a los 400. Se ve indicio de recuperación pero no llegaremos a los 600 de normal. Hemos visto que ha tenido buena acogida una materia relacionada con dispositivos móviles», señala, reconociendo la labor sociabilizadora de estas apuestas educativas.
Un aumento notable en matrículas, es lo que han recibido en el CPEPA Cinca Medio. Luis Broto, director del centro, asegura que el año pasado «fue flojo con 600 matrículas, aunque este curso tenemos el objetivo de llegar a las 1.000». La educación reglada, idiomas (inglés y francés en Monzón e italiano en Fonz y Almunia de San Juan), aula mentor y cursos de memoria son algunas de las materias en su oferta. Destacan los cursos de informática y móviles, en los que ha habido una alta demanda y están completos.
Cristina Mur, del CPEPA Sobrarbe, señala que la oferta es similar al resto de centros pero destaca la acogida que ha tenido el curso de aragonés. «Lo hacemos en Aínsa y va gente de Fanlo y Boltaña. También en San Juan de Plan y acude mucha gente». Añade que en 2018, el 70% de las matriculadas fueron mujeres.