Aínsa ultima los preparativos para celebrar una nueva edición de Punchacubas, la Feria del Vino Artesano. Como cada año en estas fechas se conmemora el oficio de vinatero y la elaboración casera de esta bebida en la comarca de Sobrarbe.
Antiguamente era habitual que, tras la cosecha, las casas dedicadas a la vendimia dieran a probar a sus vecinos el resultado. La iniciativa del Punchacubas pretende rescatar de alguna forma esa costumbre ancestral y elegir los mejores vinos de la temporada, votados por el público asistente.
Programación de Punchacubas 2022
El acto festivo se inaugura este sábado 17 de diciembre a mediodía con el encendido de la hoguera en el centro de la Plaza Mayor y la posterior preparación y degustación del cocido de anís. No obstante, la actividad central y la que logra aglutinar a la mayor cantidad de público es la cata de vinos, prevista a las 18h. Es entonces cuando, en mesas distribuidas en torno a la hoguera, se dan a probar los vinos producidos en las casas sobrarbenses que aún siguen dedicándose a esta tarea y desean compartirlos.
En 2021 participaron 33 productores procedentes de una quincena de localidades e igualando el récord de ediciones pasadas. Se espera que la participación sea similar en 2022. Un año de vuelta a la normalidad en la que se han retomado con fuerza todos los actos festivos en el pueblo de Aínsa. Además, este año se expondrán las dos prensas de vino de la Plaza Mayor.
Posteriormente, a las 20h, se dará a conocer el nombre del galardonado con el Jarro de Honor. Premio por el que se pone en valor la longeva trayectoria como productor de vino a algún vecino de la comarca. Habrá que esperar a las 22h para conocer los resultados, mientras los asistentes prueban alimentos tradicionales del territorio para hacer más llevadera la espera.
Una fiesta consolidada en Aínsa
La organización del evento, a cargo del ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe, cuenta, como viene siendo habitual, con el apoyo de la Asociación de Vinateros de Sobrarbe, la Asociación de Mujeres El Eco y un numeroso grupo de voluntarios que hacen posible el buen funcionamiento de los acontecimientos de este tipo.
La fiesta se ha convertido en una seña de identidad que pone en valor el oficio ancestral de vinatero prácticamente desaparecido como actividad económica en la zona. Aunque en algunas casas sigan elaborándose vinos para consumo propio.
El concejal Pep Gracia agradece “la enorme implicación de las asociaciones y de los voluntarios que año tras año hacen posible la celebración del Punchacubas. Y especialmente a los vinateros que comparten sus producciones con vecinos y visitantes en esta jornada de convivencia tan simbólica para nosotros”.
Los Músicos del País, procedentes del Valle de Chistau, volverán a amenizar una jornada que el año pasado logró congregar a medio millar de personas en el casco antiguo. El calor del fuego, los productos artesanos y la buena compañía auguran una jornada que ya se espera con impaciencia en Aínsa y en los pueblos del entorno.