Se cumple una década desde que Ángel Pérez tuvo la ordenación episcopal como obispo de Barbastro-Monzón. Aunque la noticia saltó un 27 de diciembre de 2014, no fue hasta el domingo 22 de febrero de 2015 cuando tuvo lugar este acto. Diez años después, la Catedral acoge la conmemoración de ese momento, este sábado 22, a las 19’30 horas. Después, tendrá lugar un encuentro en el Museo Diocesano.

Durante esta década, el obispo ha intentado estar lo más cerca posible de su pueblo. Lo demuestran los viajes que ha realizado por toda la diócesis, conociendo a las gentes del territorio. Ha sido un período de transformación, con una reorganización pastoral para lidiar con la escasez de recursos humanos. Un vistazo a la hemeroteca muestra su participación en todo tipo de ceremonias y festividades. Ha acompañado a cofrades, a jóvenes, a ancianos, a sacerdotes y religiosas.

Ha sido testigo del crecimiento de la Semana Santa de Barbastro, con su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional, de la que fue pregonero en 2017; y ha presidido aniversarios como los 350 años de las Capuchinas en Barbastro o, también en la ciudad del Vero, el siglo y medio de vida de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. También pudo conmemorar los 500 años de la Catedral de Barbastro.

En el lado más negativo, como obispo, Pérez ha sido testigo en esta década de la marcha de varias congregaciones: En Barbastro ha despedido a las Misioneras del Pilar en 2016 y a las hermanas de San Vicente de Paúl de la Casa Amparo en 2019. También a las monjas de Sijena en 2020. La última fue el pasado mayo con la despedida de las Siervas de María.

Bienes y mártires

En estos diez años, monseñor Ángel Pérez se ha puesto al frente de dos importantes causas. La primera, la reclamación de los 111 bienes de las parroquias de la zona oriental de la provincia que permanecían en el Museo Diocesano de Lérida. Ha habido fechas señaladas, como la decisión de trasladar la causa a la vía civil en el último trimestre de 2017. El juicio quedó visto para sentencia en mayo de 2019. A finales de ese año, el juez ordenó la devolución, que se hizo efectiva en febrero de 2021, con varios viajes entre Lérida y Barbastro.

La segunda de las causas más destacadas de esta década ha sido la atención a los mártires de la diócesis. En noviembre de 2019 se inicio el proceso de beatificación para 252 siervos del Señor, cuya causa se abrió en una ceremonia en la Catedral en noviembre de 2022.

Cambios y visitas en una década como obispo

Una de las notas características del episcopado de Ángel Pérez ha sido el recorrido que ha realizado por los diferentes rincones de la diócesis. El Cruzado Aragonés ha recogido múltiples visitas parroquias de todas las comarcas que abarca. Además, tal y como relataba en la entrevista que concedió a este medio el pasado mes de diciembre, la Diócesis ha tenido que adaptarse a los tiempos, con una importante reestructuración. Los primeros cambios en la Curia diocesana tuvieron lugar en octubre de 2015. En diciembre de 2017 se reunía con animadores de la comunidad en Aínsa, figura imprescindible hoy para llegar a atender a todos los feligreses. En septiembre de 2018 se unificaron las parroquias de Barbastro y se crearon las unidades pastorales.

Entre los nombramientos, destaca la entrada de numerosos laicos en diferentes áreas de la Diócesis, buscando la profesionalización de muchos servicios. Por otra parte, fue el nombramiento del párroco de Bolturina como rector de Torreciudad lo que ha derivado en un proceso de regularización para este lugar que ahora está en manos de la Santa Sede.

Hasta aquí este somero resumen de algunas de las muchas acciones que ha protagonizado el obispo de Barbastro-Monzón, que celebra este sábado sus diez años en el cargo.