Las Federaciones Autonómicas y Española de Deportes de Invierno han mostrado su “apoyo unánime” a la candidatura olímpica en los Pirineos. Así lo comunicaba la pasada semana la Real Federación Española de Deportes de Invierno en a través de un escrito en su página web.
Este evento, reza el comunicado, “supone una oportunidad para contribuir al desarrollo y bienestar de los territorios de montaña y será el acicate definitivo para el crecimiento de nuestro deporte en España”. En este sentido, destacan la “unión de todas las entidades a las que representamos ante el reto de organizar un acontecimiento deportivo y social tan importante”.
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Una de las razones a tener en cuenta para albergar estos Juegos Olímpicos en 2030 tiene que ver con que es “técnicamente viable y sostenible en las condiciones de organización establecidas por el COI actualmente”. Un modelo de evento que se “centre en la innovación, progreso y sostenibilidad es posible en este momento y supone una oportunidad que difícilmente se repetirá en el medio plazo”.
Despoblación
El comunicado también se centra en la despoblación y el efecto positivo que ha causado la nieve y los deportes para frenar dicha corriente. “La nieve y los deportes que dependen de ella se han convertido en el motor económico de los valles de montaña y evitan la despoblación y mantienen vivas unas comarcas que aúnan el amor por su vida tradicional manteniendo el equilibrio entre los trabajos agrícolas y ganaderos de toda la vida con los turísticos aportados a lo largo de un siglo por los deportes de invierno”.
Por todo ello, la RFEDI “cree en un proyecto de candidatura que ayude a incorporar los deportes de invierno a la cultura deportiva del país, y que proyecte además los Pirineos al mundo”. La candidatura, señalas, “debe centrarse en desarrollar y mostrar nuestras montañas desde el prisma trasversal de la sostenibilidad y la tecnología, reivindicando nuestras grandes fortalezas y desarrollando los servicios necesarios”.
Desde las federaciones ya han afirmado que el deseo es “mejorar los programas deportivos, de competiciones y de promoción de la nieve, de manera coordinada y optimizando los esfuerzos a través de un plan estratégico que nos permite centrarnos en diversas áreas muy consensuadas vinculadas con el alto nivel, el aumento de practicantes y el desarrollo de las personas vinculadas a la nieve”.
Se trata, así, de una propuesta “ganadora, que de manera realista y oportuna podría liderar proyectos en estos tiempos de crisis, generando una nueva etapa en la relación entre las ciudades y el uso sostenible del entorno natural”. El apoyo es “unánime” para la candidatura olímpica de 2030, ahora habrá que ver si finalmente llega a buen puerto.